« ¡Nada por aquí, nada por “Allah”!»
S.Son
S. Ignacio de Antioquía «Lo que necesita el cristianismo, cuando es odiado por el mundo, no son palabras persuasivas, sino grandeza de alma.» (Cartas a los Romanos cap 3, 1-5).
Clemente Romano, “Los discípulos fueron enviados a llevar la Buena Noticia del Señor Jesucristo; Jesucristo fue enviado por Dios. El Cristo, por lo tanto, viene de Dios, y los apóstoles, del Cristo… Henchidos del Espíritu Santo, fueron a llevar la Buena Noticia y la proximidad del Reino de Dios” (Ep. ad Cor . 42).
San Dionisio Areopagita, ‘Aquellos por quienes Dios quiere repartir su hacienda y su sangre, han de ser ellos primero santos en si, para hacer santos a otros; han de tener tanta luz y conocimiento de Dios, que puedan alumbrar y dar a otros; han de estar tan encendidos y abrasados en el fuego del amor de Dios, que peguen fuego a los otros y los enciendan y abrasen en el mismo amor’
San Agustín: Antes de permitir a la lengua que hable, el apóstol debe elevar a Dios su alma sedienta, con el fin de dar lo que hubiere bebido y esparcir aquello de que la haya llenado (Sobre la doctrina cristiana,1,4).
Podemos amonestar con el sonido de nuestra voz, pero si dentro no está el que enseña, va no es nuestro sonido [. . . 1. Os hable El, pues, interiormente, ya que ningún hombre está allí de maestro (Coment. sobre la l. a Epístola de S. Juan).
Nosotros os hablamos desde el exterior, pero es El quien edifica desde dentro [. . . ]. Es El quien edifica, quien amonesta, quien amedrenta, quien abre el entendimiento, quien os conduce a la fe; aunque nosotros cooperamos también con nuestro esfuerzo (Coment. sobre el Salmo 126).
«El Señor no dice en este precepto que los anunciadores del Evangelio no puedan vivir de otro modo que de lo que les den aquellos a quienes lo anuncian, sino que les da poder de obrar así, haciéndoles saber que tienen derecho a ello; de otra manera, el Apóstol [San Pablo] habría obrado contra este precepto, al querer vivir del trabajo de sus manos» (De consensu Evangelistarum 2,30,73).
S. Juan Crisóstomo, «No digas: “No puedo influir en los demás”, pues si eres cristiano de verdad es imposible que no lo puedas hacer (…). Es más fácil que el sol no luzca ni caliente que no que deje de dar luz un cristiano; más fácil que esto sería que la luz fuese tinieblas (…). Si ordenamos bien nuestra conducta, todo lo demás seguirá como consecuencia natural. No puede ocultarse la luz de los cristianos, no puede ocultarse una lámpara tan brillante» (Homilía XX)
«No habría necesidad de predicar si nuestra vida estuviera resplandeciente de virtudes. No serían necesarias las palabras si mostráramos las obras. No habría paganos si nosotros fuéramos verdaderamente cristianos: si observamos los preceptos de Jesucristo, si soportáramos el ser injustamente tratados y defraudados, si bendijéramos a los que nos maldicen, si devolviéramos bien por mal. No habría nadie tan monstruoso que no abrazara enseguida la verdadera religión, si realmente todos nos comportáramos así.» (Hom. Sobre 1 Tim, 10)
San Cipriano “Sed temerosos de Dios y así seréis intrépidos” . “Estate timidi, ut sitis intrepidi”.
San Beda Tanta debe ser la confianza en Dios del que predica que ha de estar seguro que no ha de faltarle lo necesario para vivir, aunque él no pueda procurárselo; puesto que no debe ocuparse menos de las cosas eternas, por ocuparse de las temporales ().
Basilio el Grande (decía la gente de él): “El obispo Basilio predica a todas horas: en las misas, en las reuniones, en las catequesis, y cuando no está hablando con sus labios, está predicando con las buenas obras que hace en favor de los demás”.
San Gregorio Magno -escribía – Los manda de a dos para recomendar la caridad porque, a menos que sea entre dos, no hay caridad.
El que no arde en sí, no enciende a otros.
[. . . ] y si os dirigís a Dios procurad no ir solos (Hom. 4 sobre los Evang. ).
La manera de enseñar algo con autoridad es practicarlo antes de enseñarlo, ya que la enseñanza pierde toda garantía cuando la conciencia contradice las palabras (Moralia,23,23-24).
Quien tiene la misión de decir cosas grandes, está igualmente obligado a practicarlas (en Catena Aurea, vol. VI, p. 101).
San Gregorio Nacianceno, Procurad una limpieza de espiritu siempre en aumento. Nada agrada tanto a Dios como la conversión y salvación del hombre [. . . ]; sed como lumbreras en medio del mundo, como una fuerza llena de vida para los demás hombres (Disertación 39).
San Hilario, Yo tengo plena conciencia de que es a Ti, Dios Padre omnipotente, a quien debo ofrecer la obra principal de mi vida, de tal suerte que todas mis palabras y pensamientos hablen de Ti. Y el mejor premio que puede reportarme esta facultad de hablar que Tú me has concedido, es el de servirte predicándote a Ti y demostrando al mundo que lo ignora, o a los herejes que lo niegan, lo que Tú eres en realidad: Padre [. . . ]( Trat. sobre la Santísima Trinidad, I ,3738).
San Ambrosio, Recibe de Cristo, para que puedas hablar a los demás. (Carta 2,1-2).
Santo Tomas, Lo que admiran mucho los hombres lo divulgan luego, porque de la abundancia del corazón habla la boca (Mt 12) (en Catena Aurea, vol. IV, p. 37).
Santo Tomás De Villanueva, Toda solicitud y todo trabajo son poco en comparación con el interés de una sola alma. (Serm. del Domingo in Albis,1. c. , pp. 900-901).
De pecho frío, ¿cómo pueden salir palabras calientes?
Santa Catalina de Siena: “Nadie se acercó a ella que no se volviese mejor”.
San Francisco de Asís “Predica el Evangelio en todo momento, y si es necesario, usa las palabras” (atribuída).
San Antonio De Padua, En vano se esfuerza en propagar la doctrina cristiana quien la contradice con sus obras (Sermón 1,226).
S. Juan de la Cruz “Callar y obrar”.
San Francisco de Sales. (Mc 6,8-9). Sé que estas enseñanzas no son mandamientos absolutos, si bien que esto último así fue considerado por bastante tiempo; la única cosa que digo es que son consejos y ejemplos muy salutíferos. Carta Abierta.
Santa Teresa, Y así me acaece, que cuando en las vidas de los santos leemos que convirtieron almas, mucha más devoción me hace y más ternura y más envidia, que todos los martirios que padecen (por ser ésta la inclinación que Nuestro Señor me ha dado), pareciéndome que precia más un alma que por nuestra industria y oración le ganásemos mediante su misericordia, que todos los servicios que le podemos hacer (Fundaciones,1,7).
Cuando el Señor quiere para sí un alma, tienen poca fuerza las criaturas para estorbarlo (Fundaciones,10,8).
San Vicente de Paul, La Iglesia se compara a una gran recolección que necesita obreros, pero obreros que trabajen. (Entretiens spirituels aux Missionaires, Ed. du Senil,1960, pp. 905-907).
Santa Teresa De Lisieux, No podré descansar hasta el fin del mundo, mientras haya almas que salvar. (Novissima verba).
San Juan Bosco Con la oración y el sacrificio se prepara la acción.
Miguel de Cervantes «–Señor, ¿pues qué hemos de hacer nosotros? – Dijo Sancho. –¿Qué? –dijo don Quijote–: favorecer y ayudar a los menesterosos y desvalidos». ()
Gandhi “Vosotros, cristianos, deberíais ser como la rosa: la rosa no necesita predicar. Sencillamente, difunde su fragancia alrededor. Su perfume es la predicación.”
Chesterton « el mundo había que odiarlo tanto como para querer cambiarlo, y amarlo tanto como para creer que vale la pena cambiarlo».
Chevrot «El verdadero cristiano es el que enciende a los demás en deseos de serlo.» (El pozo de Sicar», p. 39)
Proverbio chino «Más vale encender un fósforo que maldecir las tinieblas».
Madre Teresa: “La fe es pobreza, la pobreza es libertad, la libertad es alegría”.
San J. Escriva de Balaguer, Y pienso, efectivamente, que corren un serio peligro de descaminarse aquellos que se lanzan a la acciónó¡al activismo!ó, y prescinden de la oración, del sacrificio y de los medios indispensables para conseguir una sólida piedad: la frecuencia de Sacramentos, la meditación, el examen de conciencia, la lectura espiritual, el trato asiduo con la Virgen Santísima y con los Angeles custodios. . . (Amigos de Dios,1 8).
Me resulta muy difícil creer en la eficacia sobrenatural de un apostolado que no esté apoyado, centrado sólidamente, en una vida de continuo trato con el Señor (Amigos de Dios,271).
Cada cristiano debe hacer presente a Cristo entre los hombres; debe obrar de tal manera que quienes le traten perciban el bonus odor Christi (cfr. 2Co 2,15), el buen olor de Cristo(Es Cristo que pasa,105).
El principal apostolado que los cristianos hemos de realizar en el mundo, el mejor testimonio de fe, es contribuir a que dentro de la Iglesia se respire el clima de la auténtica caridad (Amigos de Dios,226).
Hijo mío: si amas tu apostolado, está seguro de que amas a Dios (Camino, n. 922).
Es preciso que seas “hombre de Dios”, hombre de vida interior, hombre de oración y de sacrificio. —Tu apostolado debe ser una superabundancia de tu vida “para adentro”.
Es inútil que te afanes en tantas obras exteriores si te falta Amor. —Es como coser con una aguja sin hilo. ¡Qué pena, si al final hubieras hecho “tu” apostolado y no “su” Apostolado!
Convéncete: tu apostolado consiste en difundir bondad, luz, entusiasmo, generosidad, espíritu de sacrificio, constancia en el trabajo, profundidad en el estudio, amplitud en la entrega, estar al día, obediencia absoluta y alegre a la Iglesia, caridad perfecta… –Nadie da lo que no tiene. (Surco, 927)
No lo olvides: tanto mejor convencemos cuanto más convencidos estamos. (Surco, 929)
Y, al final de su paso por la tierra, manda: «euntes docete» –id y enseñad. Quiere que su luz brille en la conducta y en las palabras de sus discípulos, en las tuyas también. (Surco, 930)
Algunos no saben nada de Dios…, porque no les han hablado en términos comprensibles. (Surco, 941)
Créeme, el apostolado, la catequesis, de ordinario, ha de ser capilar: uno a uno. Cada creyente con su compañero inmediato. (Surco, 943)
R. Guardini, «Cuanto más fecunda se desarrollaba la actividad de predicación en diversos lugares, tanto menos me importaba… el efecto inmediato. Lo que había pretendido, en un principio por intuición, después más conscientemente, era que la verdad resplandeciera. La verdad es un poder; pero sólo cuando no se exige de ella ningún efecto inmediato.» («Apuntes para una autobiografía»)
Concilio Vaticano II: La vocación cristiana es, por su misma naturaleza, vocación también al apostolado (Decr. Apostolicam actuositatem,2).
El deber y el derecho del seglar al apostolado deriva de su misma unión con Cristo Cabeza. Insertos por el bautismo en el Cuerpo místico de Cristo, robustecidos por la confirmación en la fortaleza del Espíritu Santo, es el mismo Señor el que los destina al apostolado (Decr. Apostolicam actuositatem,3).
Cristo, enviado por el Padre, es la fuente y origen de todo apostolado de la Iglesia. Es, por ello, evidente que la fecundidad del apostolado seglar depende de la unión vital de los seglares con Cristo. Lo afirma el Señor: El que permanece en mi y yo en él, ése da mucho fruto, porque sin mi no podéis hacer nada (Jn 15,5) (Decr. Apostolicam actuositatem,4).
La misión de la Iglesia tiene como fin la salvación de los hombres, la cual hay que conseguir con la fe en Cristo y con su gracia. Por tanto, el apostolado de la Iglesia y de todos sus miembros se ordena en primer lugar a manifestar al mundo con palabras y obras el mensaje en Cristo y a comunicar su gracia (Decr. Apostolicam actuositatem,6).
Son innumerables las ocasiones que tienen los seglares para ejercitar el apostolado de la evangelización y de la santificación. El mismo testimonio de la vida cristiana y las obras buenas realizadas con espíritu sobrenatural tienen eficacia para atraer a los hombres hacia la fe y hacia Dios (Decr. Apostolicam actuositatem,6. )
Todo ejercicio de apostolado tiene su origen y su fuerza en la caridad (Decr. Apostolicam actuositatem,8).
Catecismo, 765 El Señor Jesús dotó a su comunidad de una estructura que permanecerá hasta la plena consumación del Reino. Ante todo está la elección de los Doce con Pedro como su Cabeza (cf. Mc 3,14-15); puesto que representan a las doce tribus de Israel (cf. Mt 19,28 Lc 22,30), ellos son los cimientos de la nueva Jerusalén (cf. Ap 21,12-14). Los Doce (cf. Mc 6,7) y los otros discípulos (cf. Lc 10,1-2) participan en la misión de Cristo, en su poder, y también en su suerte (cf. Mt 10,25 Jn 15,20). Con todos estos actos, Cristo prepara y edifica su Iglesia.
1506 Cristo invita a sus discípulos a seguirle tomando a su vez su cruz (cf Mt 10,38). Siguiéndole adquieren una nueva visión sobre la enfermedad y sobre los enfermos. Jesús los asocia a su vida pobre y humilde. Les hace participar de su ministerio de compasión y de curación: “Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban” (Mc 6,12-13).
1673 Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (cf Mc 1,25s; etc.), de él tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar (cf Mc 3,15 Mc 6,7 Mc 6,13 Mc 16,17). En forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración del Bautismo. El exorcismo solemne sólo puede ser practicado por un sacerdote y con el permiso del obispo. En estos casos es preciso proceder con prudencia, observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El exorcismo intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia. Muy distinto es el caso de las enfermedades, sobre todo síquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica. Por tanto, es importante, asegurarse , antes de celebrar el exorcismo, de que se trata de un presencia del Maligno y no de una enfermedad (cf. CIC, CIC 1172).
San Manuel González, ¡Ser apóstol! Aspiración de almas grandes, generosas, heroicas. ¡Ser apóstol! Es llenarse hasta rebosar, de Jesucristo, de su doctrina, de su amor, de su virtud, de su vida y mojar hasta empapar a todo el que nos toque o se nos acerque del agua que nos rebosa. Es hartarse hasta embriagarse del vino del conocimiento y amor intensos de Jesucristo y salir por las calles y plazas ebrios… Es hacerse loco de un solo tema que sea: Jesús crucificado y sacramentado está y no debe estar abandonado…
San Óscar Romero: «Es posible que no veamos los resultados finales. Pero ahí está la diferencia entre el maestro de obras y el albañil. Somos albañiles, no maestros de obra, ministros, pero no el Mesías. Somos los profetas de un futuro que no es el nuestro».
San Pio X, Sin una vida interior sólida, sin una auténtica unión con Jesucristo, sin piedad verdadera, no se puede ser apóstol. Para restaurar todas las cosas en Cristo por medio del apostolado es menester la gracia divina, y el apóstol no la recibe si no está unido a Cristo. Todos los que participan del apostolado deben, por tanto, poseer la verdadera piedad (Carta, I 1-ó-1909).
Pío XI: ‘Todos los hombres están obligados a cooperar al reino de Jesucristo, lo mismo que todos los miembros de la misma familia deben hacer algo por ella, y no hacerlo es un pecado de omisión, que puede ser grave’ Discurso del 24 de septiembre de 1927.
S. Pablo VI «El hombre actual escucha a los que dan testimonio más gustosamente que a los maestros, o si escucha a los maestros es porque dan testimonio» (Pablo VI, discurso a los miembros del Consilium de Laicis, 2 de octubre de 1974; AAS 66, 1974, pág. 568; cf. Evangelii nuntiandi, 41; AAS 68, 1976, pág. 31).
San Juan Pablo II ¡Anunciad la Palabra con toda claridad, indiferentes al aplauso o al rechazo! (Conf. Episcopal alemana,17-11-1980).
Nuestra época, con la humanidad en movimiento y búsqueda, exige un nuevo impulso en la actividad misionera de la Iglesia. Redemptoris Missio , 30.
¡A cuántos hombres es preciso llevar todavía a la fe! (Hom. 6-1-1979).
-«Para enseñar latín a John, no basta conocer el latín, sino que es necesario conocer y amar a John».
Benedecto XVI Deben hablar en nombre de Jesús y predicar el Reino de Dios, sin preocuparse de tener éxito. El éxito se lo dejan a Dios. Homilía (15-07-2012)
Donde no se alaba a Dios, todo lo demás fracasa. Joseph Ratzinger el rostro de Dios Sígueme. Salamanca-1983.Págs. 94-95
Papa Francisco, Sed misioneros de la misericordia de Dios, que siempre nos perdona, nos espera siempre y nos ama tanto.
El hombre de nuestro tiempo necesita una luz fuerte que ilumine su camino y que sólo el encuentro con Cristo puede darle. Traigamos a este mundo, a través de nuestro testimonio, con amor, la esperanza que se nos da por la fe. 19 de mayo de 2013.
Cuando un cristiano está apegado a los bienes, da la mala impresión de un cristiano que quiere tener dos cosas: el cielo y la tierra. Y Jesús indica la cruz y las persecuciones. Esto quiere decir negarse a sí mismo, llevar cada día la cruz… La gratuidad en seguir a Jesús es la respuesta a la gratuidad del amor y de la salvación que nos da Jesús. Qué feo es ver a un cristiano -sea laico, consagrado, sacerdote, obispo- cuando se ve que busca dos cosas: seguir a Jesús y a los bienes, seguir a Jesús y seguir el mundanismo. Esto es un antitestimonio que aleja a la gente de Jesús
«Ya no decimos que somos ‘discípulos’ y ‘misioneros’, sino que somos siempre ‘discípulos misioneros’». (EG 120).
José Antonio Pagola Esta sociedad necesita como nunca el impacto de hombres y mujeres que sepan vivir con pocas cosas. Creyentes capaces de mostrar que la felicidad no está en acumular bienes. Seguidores de Jesús que nos recuerden que no somos ricos cuando poseemos muchas cosas, sino cuando sabemos disfrutarlas con sencillez y compartirlas con generosidad. Quienes viven una vida sencilla y una solidaridad generosa son los que mejor predican hoy la conversión que más necesita nuestra sociedad.
Raniero Cantalamessa, La Iglesia no anuncia el Evangelio para aumentar su poder o el número de sus miembros. Si actuara así, traicionaría la primera el Evangelio. Lo hace porque quiere compartir el don recibido, porque ha recibido de Cristo el mandato: «Gratis lo habéis recibido, dadlo gratis»
P. Carlos Padilla, Quiero hacer algo que merezca la pena con mi vida. Cambiar el mundo cambiando yo como paso previo. Es el camino de la felicidad a través del despojo. Porque me haré libre y no tendré nada que defender.
CONTO
CADA UNO RECOGE LO QUE SIEMBRA
Un padre muy enfermo reunió a sus tres hijos junto a su cama. Apenas podía hablar. Con gran dificultad, tomó una pequeña cajita que contenía semillas, y dio una a cada hijo diciéndoles: -“Todo lo que les pase a ellas, os pasará a vosotros”. Y diciendo esto, murió.
Los tres hijos no entendieron estas últimas palabras de su padre. Pensaron que estaba delirando y no sabía lo que se decía. Cada uno guardó la semilla y se marchó a su casa.
El hermano mayor puso su semilla en un frasco de cristal. Y lo colocó en el lugar más visible de la casa. Cada vez que lo mirara, recordaría a su querido padre.
Al hermano mediano se le perdió la semilla por el camino y no se preocupó mucho de buscarla..
Y el hermano menor tuvo curiosidad por saber qué tipo de semilla le había dado su padre antes de morir. Buscó un macetero, preparó la tierra y la plantó con todo cuidado.
Después de muchos cuidado, al cabo del tiempo, creció una rosa roja. Fueron pasando los años y, sin saber cómo, a cada hermano le iba ocurriendo lo mismo que le pasó a su semilla. El hermano mayor cayó enfermo de un extraño mal que lo dejó en cama para siempre, sin poder salir de su casa. El hermano mediano se perdió en medio de la selva cuando estaba haciendo un viaje de vacaciones. Nunca más se volvió a saber de él. En cambio, al hermano menor las cosas le fueron muy bien. Se dedicó a lo que más le gustaba: la pintura. Hizo muchos cuadros y fue conocido en todo el mundo por lo bien que pintaba. Sus obras de arte se podían ver en los mejores museos. Todas ellas estaban firmadas con una pequeña rosa roja dibujada en un extremo. El hermano menor fuel el único que cultivó la semilla. Y por este motivo le ocurrió lo mismo que le pasó a ella: floreció.
Tomado de P, Diego Millán
“USTED NO ME HABLÓ DE DIOS PERO ME LO HIZO VER”
En un hospital una hermana había curado con infinita ternura a un paciente totalmente incrédulo. Nunca le pudo hablar de Dios ni de Jesucristo. Cuando le dieron de alta, este hombre le dijo a la religiosa: “Hermana, usted no me habló de Dios, pero hizo mucho más: me lo hizo ver”.
Sabemos que más que predicadores el mundo de hoy necesita testigos. De nada sirven las palabras que no sean una explicación de los hechos concretos, del testimonio de vida que las precede.
Lucas escribe de Jesús que empezó a hacer y predicar.(He 1,1). Primero “hacer” luego “predicar”, es decir, explicar el sentido de sus acciones.
Hoy día el mundo está nauseado de palabras, de discursos bonitos y de buenas intenciones. Ya nadie cree en las palabras. Si el anuncio del evangelio no está precedido de signos claros de amor verdadero, de caridad concreta y de testimonio de que el mismo Cristo está actuando en nosotros, nadie va a creer en lo que anunciamos.
Tomado de P, Chinaglia
ANÉCDOTA
“Y NO VISTÁIS DOS TÚNICAS”.
Hay que distinguir entre las prendas para vestir en esta época: la túnica, que la bata que está en contacto directo con la piel, y el manto que va encima. Otro signo de radicalidad en el desprendimiento. Algunas personas se colocaban una túnica encima de la otra para dar la impresión de un gran vestido. Aunque aquí la cuestión parece ser el no llevar otra túnica de repuesto (que es necesaria pero no tanto, se puede sobrevivir). Esto indica que se vive con lo estrictamente esencial: nada que haga pensar en lujo o en riqueza. La pobre túnica, sin más indumentos ni atavíos, junto con el bastón y las sandalias se convierten de aquí en adelante en el distintivo de un misionero cristiano. Su predicación será ante todo su testimonio de vida, esta anuncio del Reino de Dios sin palabras.
“Un bastón”. El bastón del peregrino tenía múltiples usos, uno de los más importantes era el arma de defensa de los animales o delincuentes que aparecían en el viaje.
“Calzados con sandalias”. También es un implemento necesario para quien recorre largos trechos pedregosos, que calientan con el sol, que tienen espinas u otras cosas que dificultan el caminar normal y saludable.
Tomado de P. Fidel Oñoro, cjm
LAS SANDALIAS
Los judíos contemporáneos a Jesús habitualmente iban descalzos. No obstante disponían de sandalias de cuero resistente para las largas caminatas. La sandalia era símbolo de poder y autoridad. Quien compraba un campo, tomaba posesión de él depositando su sandalia sobre el terreno adquirido. Se descalzaban como signo de humildad y respeto a Dios antes de entrar en el Templo o iniciar la oración.
Tomado de Tiempo Interior
AMBIENTACIÓN- AMÓS,
El “profeta de la justicia social”, ejerció su ministerio profético en el reino del Norte (Israel) a mediados del siglo VIII antes de Cristo (posiblemente, alrededor del año 762), durante el reinado de Jeroboán II.
Es una época de prosperidad económica, y de tranquilidad política: las conquistas de Jeroboán II alargarán considerablemente los límites del reino y permitirán la entrada de tributos de los pueblos vecinos; el comercio y la industria (mineral y textil) se desarrollan significativamente. Las construcciones de la burguesía urbana alcanzarán un lujo y magnificencia hasta entonces desconocidos. La prosperidad y el bienestar de las clases favorecidas contrastaban con la miseria de las clases bajas. El sistema de distribución estaba en manos de comerciantes sin escrúpulos que, aprovechando el bienestar económico, especulaban con los precios. Con el aumento de los precios de los bienes esenciales, las familias de menores recursos se endeudaban y acababan por ser expoliadas de sus tierras en favor de los grandes latifundistas. La clase dirigente, rica y poderosa, dominaba los tribunales y sobornaba a los jueces, impidiendo que el tribunal hiciese justicia a los más pobres y defendiese los derechos de los más desfavorecidos.
Entretanto, la religión florecía con un esplendor ritual nunca visto. Magníficas fiestas, abundantes sacrificios de animales, culto esplendoroso, marcaban la vida de los israelitas. El problema era que ese culto no tenía nada que ver con la vida: en el día a día, los mismos que participaban en esos ritos cultuales majestuosos, practicaban injusticias contra el pobre y cometían toda clase de atropellos al derecho. Más aún: los ricos ofrecían a Dios abundantes ofrendas, a fin de tranquilizar sus conciencias culpables y a fin de asegurar la complicidad de Dios para con sus negocios oscuros. Además de eso, la influencia de la religión cananea estaba empujando a los israelitas hacia el sincretismo religioso: el culto a Yahvé se mezclaba con rituales paganos provenientes de los cultos a Baal y Astarté.
Esa confusión religiosa ponía en serio riesgo la pureza de la fe yahvista. Es en este contexto en donde aparece el profeta Amós. Natural de Técoa (una pequeña aldea situada en el desierto de Judá), Amós no es un profeta profesional, sino que, llamado por Dios, deja su tierra y parte hacia el reino vecino para gritar a la clase dirigente su denuncia profética. La rudeza de su discurso, unida a la integridad y fortaleza de su fe, traen algo del ambiente duro del desierto que contrasta con la indolencia y el lujo de la sociedad israelita de la época.
Tomado de Dehonianos
AZAÑA,
El Primer Ministro de España, el 14 de octubre de 1931 dijo: “España ya no es un país católico”, eso era más una aspiración que un hecho. Hoy, en 2024, es una amarga realidad.
En Irlanda, en España y en Nueva York estamos en un campo misionero y Jesús es nuestro maestro y el maestro de todos aquellos que escuchan, que leen y ponen en práctica la Buena Nueva del Evangelio.
Tomado de P. Félix Jiménez
EL MAYOR ELOGIO
En la losa sepulcral de un niño se lee esta magnífica inscripción:
“Aquí descansa un niño, del cual decían sus compañeros que les era más fácil ser buenos si estaban con él”. ¿Hay elogio mejor que éste?
San Ambrosio saludó con estas palabras a las reliquias de un mártir en el umbral de la catedral de Milán: “Quam bonum ets ut videaris! Justi sanat aspectus. “¡Qué bien el sólo mirarte! ¡El aspecto del justo ya es saludable!”. El muchacho diligente, puntual, siempre amable, y que además vive sinceramente su religión, sirve de apóstol con un ejemplo silencioso.
En el Perú hay una clase de palmera que tiene un follaje muy frondoso. Los indígenas la llaman “tamai caspi”, “árbol de lluvia”. Las hojas de este árbol tienen la particularidad de absorber toda la humedad del aire, y destilarla después en gotas de lluvia que caen al suelo. Por eso tiene en torno suyo el suelo siempre mojado, y cuando mayor es la sequedad es más abundante la lluvia que el árbol despide.
Tú también has de ser benéfico “árbol de lluvia” entre los jóvenes que comienzan a secarse. Tu comportamiento no ha de llamar la atención, no ha de tener nada estrambótico; asimila sin ser notado el rocío vivificador de la gracia y riega con él muchas veces tu propia vida espiritual.
Mons. Tihamér Toth, El Joven y Cristo , Ed. Gladius, Buenos Aires, 1989, Pág. 88-90
PUCCINI
Compuso varias óperas famosas. En 1922 cuando está escribiendo Turandot, se le declaró un cáncer mortal.
Puccini dijo a sus discípulos: “Si yo no termino esta ópera, quiero que ustedes, mis discípulos, la terminen por mí”. Poco después moría.
Sus discípulos pusieron manos a la obra y en 1926 se estrenaba en Milán. Todo funcionó a la perfección y cuando se llegó al punto donde el maestro había terminado, el director se paró, se dirigió al público y llorando dijo: “Hasta aquí el trabajo del maestro”. Un gran silencio embargó el teatro. El director cogió la batuta y entre lágrimas y sonrisas exclamó: “Y aquí comienza el trabajo de sus discípulos”.
EN MONTECASINO,
Cuentan los anales del monacato, había un abad benedictino que desde la altura de su silla patriarcal, y sin lugar a preguntas, predicaba a monjes callados la sabiduría de los Padres de la Iglesia. La comunidad, prisionera de las reglas conventuales, se limitaba a asentir con la cabeza a sus celestiales peroratas. El testimonio de pobreza, sencillez, inserción en la realidad, respeto y atención a las necesidades del pueblo, brillaba por su ausencia en la abadía.
En aquella colina rocosa, con ecos de una antigua construcción pagana –un templo de Apolo– sonaban ahora en desacorde con el Evangelio, los ecos del silencio. En el sucesor de San Benito se esfumó el sueño del fundador del monasterio: “despertar la solidaridad en el mundo dentro y fuera del convento”. ¿Es que aquel santo varón no había logrado entender que donde no se manifieste la solidaridad hay que sacudir el polvo de las sandalias y largarse? (Mt 10, 14 y Hch 13, 51)
BUEN EJEMPLO
Solía el príncipe de Baviera, Cristóbal, orar en el templo de Blutemburgo. Saliendo un día de la Iglesia le rodearon los campesinos. Amablemente les ofreció sus servicios.
-Ya me habéis dado -le contestó un anciano labrador- lo que más podía desear
– ¡Qué ya te he dado! ¿Qué cosa?
El anciano respondió:
-Tengo un hijo que siguió mucho tiempo el mal camino. Fueron inútiles mis ruegos y reconvenciones. Más cierto día que os vio entrar en la Iglesia, os siguió intrigado. Os observo rezando y desde entonces ha cambiado favorablemente.
CONVERSIONES
La conversión de San Agustín se debe a la bondad de San Ambrosio y al magnífico ejemplo de su vida de santo. El incendio sigue extendiéndose. El ejemplo de la santidad de San Agustín, nos da un Gregorio Magno. Y el incendio continúa. El ejemplo de San Gregorio Magno produce un San Basilio el Grande.
¿Dónde se origina la santidad de Santa Clara? En la vida ejemplar del Pobrecito de Asís. ¿Dónde la de Santa Margarita de Alacoque? En la piedad del Padre Colombiére.
Las citas serían interminables.
REZAR
¡Si siempre recordases que tu ejemplo repercute aun cuando no lo imagines siquiera!
Pudieras tú imitar a una criatura a la que sometieron a una intervención quirúrgica en un sanatorio. Antes de cloroformar a la niña el cirujano quiso alentar a la paciente:
-Te vamos a sanar, chiquita. Pero será necesario que duermas un poco.
-Bueno -dijo la niña-, pero antes de dormirme voy a rezar como todas las noches.
En voz alta, en medio de médicos, ayudantes y enfermeros, la niñita rezó su plegaria. Fue un momento emocionante. Uno de los presentes, al relatar el episodio, confesó: “Hacía treinta años yo no rezaba. Y entonces lo hice”.
Santa Catalina de Siena: “Nadie se acercó a ella que no se volviese mejor”.
UNA GRAN INSTITUCIÓN
Cuéntase una anécdota interesante. Invitada una señora anotarse en una asociación benéfica, respondió:
-Lo lamento, pero me falta tiempo para actuar en ella porque estoy ya inscripta en otra cuya presidencia ejerce mi esposo. Y como la mayoría de las ocupaciones me competen, le tengo todo el tiempo dedicado.
– ¿De qué se ocupa esa institución?
-Su campo de acción es muy dilatado. Procura desarrollar la vida cristiana. Tiene finalidades educativas y económicas, preocupaciones higiénicas y culturales.
-Es raro; nunca oí hablar de tal institución.
-Tal vez. Porque esa institución es, simplemente, mi familia.
Tomado de Tihamér Toth, Venga a nos el tu Reino , Ed. Difusión, Buenos Aires, 1944, Pág. 139-150
EL CATÓLICO JOE MAZZULLA
Joseph «Joe» Mazzulla (Johnston, Rhode Island, 30 de junio de 1988) es un entrenador de baloncesto estadounidense que dirige a los Boston Celtics de la NBA. Conocido por su profundo compromiso con la fe cristiana, Mazzulla ha sido una figura destacada en el ámbito deportivo no solo por su habilidad como entrenador, sino también por la influencia de su fe en su vida y carrera. Criado en una familia católica devota, Mazzulla ha hablado abiertamente sobre cómo su fe ha moldeado su perspectiva y enfoque tanto dentro como fuera de la cancha.
Para Mazzulla, la fe católica no es solo una parte de su identidad, sino también un faro que guía sus decisiones y relaciones. Ha mencionado en varias ocasiones cómo la enseñanza de valores como la humildad, el trabajo duro y el servicio a los demás, fundamentales en su fe, han sido pilares en su desarrollo como persona y como líder deportivo.
Su compromiso con la fe se refleja no solo en palabras, sino también en acciones. Mazzulla ha sido conocido por su apoyo activo a iniciativas comunitarias y por su capacidad para inspirar a sus jugadores a través del ejemplo de vida que presenta.
Tomado de Anecdonet
NO VOTEN A UN CATÓLICO FRANCÉS
«En 1906, Belloch se presentó a las elecciones generales por el Partido Liberal. Los rivales, conservadores, a quienes les faltó tiempo para recordarle su fe y su nacionalidad, adoptaron el eslogan de «No voten a un católico francés» A lo que Belloch respondió en su primer mitin levantándose y diciendo: «Caballeros, soy católico. Siempre que puedo; oigo la misa a diario. Esto (y extrajo un rosario de su bolsillo) es un rosario. Siempre que puedo, me arrodillo a diario y paso las cuentas. Si me rechazan a causa de mi religión, le daré gracias a Dios por haberme librado de la deshonra de representarles a ustedes.
Después de un instante de estupefacción, la gente estalló en aplausos y Belloch resultó elegido.»
(Joseph Pearce, «Escritores conversos», p. 87)
Tomado de Anecdonet
LO IMPORTANTE NO SON LOS SERMONES, SINO EL EJEMPLO
«Sus alusiones a la fe eran siempre veladas; no quería abrumar a nadie con sus creencias: «Lo importante no son los sermones, sino el ejemplo.» Por eso nunca se preocupaba en averiguar si tal o cual fulano era de derechas o de izquierdas, si era creyente o no lo era. Lo único que le impulsaba hacia él era saberlo en desgracia (con o sin culpa) y procurar, como fuera, sacarlo a flote. Luego lo olvidaba. Decía que tan malo era recordar los agravios que nos habían hecho, como evocar los favores que hacíamos a los demás: «Ambas situaciones conducen a la soberbia».»
(Mercedes Salisachs, “El volumen de la ausencia”, p. 45. Alusión de la protagonista a las cualidades de su madre)
Tomado de Anecdonet
¿CÓMO COMUNICAR AL MUNDO DE HOY LA REALIDAD CRISTIANA?
Los primeros cristianos sabían comunicar bastante bien sin licenciaturas en Ciencias de la Comunicación. Ni siquiera tenían una cultura particularmente elaborada, pero fueron ellos quienes vencieron la batalla cultural y comunicativa de entonces.
Porque cuando el cristiano se comporta como cristiano, convence siempre. Una persona con convicciones posee una potencia infinitamente superior a la de quien tiene sólo intereses.
El cristianismo, desde este punto de vista, es sobre todo un modo de vivir, que mientras vive y mientras goza la vida, la razona, la explica, hace evidente toda su congruencia interna…
(Joaquín Navarro Valls)
Tomado de Anecdonet
EJEMPLOS PREDICABLES
POR UNA VACA
Nadie podría reprochar al joven obispo Francisco de Sales que no se entregaba en cuerpo y alma a su ministerio en Anneney. Predicaba, confesaba…; hasta la catequesis de los niños era tarea suya. Pero un día cuenta en una carta a la Señora Chantal un suceso trágico que había contemplado en la región de los Alpes. Vio cómo un pobre pastor, que corría de aquí para allá en persecución de una vaca, caía por una grieta del hielo. No se habría tenido más noticia suya si no fuera porque el sombrero, que perdió al caer, quedó junto al borde. Un vecino bajó a buscarlo, atado a una cuerda y con riesgo de la propia vida, y logró recuperar el cadáver.
Con humildad escribe San Francisco de Sales la lección que ha recibido:
“¡Qué espoleo para mí! Este pastor que corre por tan peligrosos lugares por una sola vaca; esta caída tan horrible que le causa el ardor de la persecución; esta caridad del vecino que se echa al abismo para sacar a su amigo del fondo… ¡Oh, Dios mío!, exclamé, ¿y por qué he de ser yo tan cobarde en la busca de mis ovejas?”.
DESEOS DE MISIONAR
El afán de almas que embargó a Teresa del Niño Jesús en el Carmelo de Lisieux es bien conocido, así como su deseo de trabajar desde allí por las misiones.
De su Autobiografía son estos párrafos: “El grito de Jesús moribundo ¡Tengo sed!, resonaba a cada instante en mi corazón, y lo encendía en un ardor vivísimo, hasta entonces para mí desconocido. Anhelaba dar de beber a mi amado, sentíame yo también devorada por la sed de almas, y a todo trance quería arrancar de las llamas eternas a los pecadores”. “Quisiera recorrer la tierra predicando vuestro nombre y plantando, amado mío, en la tierra infiel vuestra gloriosa cruz. Mas no me bastaría una sola misión, pues desearía poder anunciar a un tiempo vuestro Evangelio en todas partes del mundo, hasta en las más lejanas islas. Quisiera ser misionera, no sólo durante algunos años, sino haberlo sido desde la creación del mundo, y continuar siéndolo hasta la consumación de los siglos”.
Cuando ya estaba muy enferma, daba un breve paseo, y una hermana, al ver su fatiga, le recomendó descansar. “¿Sabe lo que me da fuerzas? – comentó la santa -. Pues bien, ando para un misionero. Pienso que allá muy lejos puede haber uno casi agotado de fuerzas en sus excursiones apostólicas, y para disminuir sus fatigas, ofrezco las mías a Dios”.
(Julio Eugui, Anécdotas y Virtudes , Ed. Rialp, 2ª Ed., Madrid, 1989, nº 42 y 46)
LLEGAR A LA PERFECCIÓN
“¿Queréis un medio de llegar a la perfección?”
¿Queréis un medio de llegar a la perfección? Escuchad con atención, una vieja historia.
En la vida de los Padres del desierto leemos que dos solitarios, que habían pedido a Dios que les hiciera conocer la manera más perfecta de servirle, oyeron una voz que les dijo:
– “Id a la ciudad de Alejandría, y allí encontraréis un hombre llamado Eucaristo, el cual se lo enseñará”.
Aquellos solitarios fueron a Alejandría, y al caer la tarde, encontraron un hombre que volvía del campo, con un haz de leña al hombro, y conduciendo un pequeño rebaño de ovejas: era Eucaristo. Se acercaron a él y le preguntaron cuál era su género de vida.
– “Soy un pobre pastor” -respondió Eucaristo.
– “No es eso lo que le preguntamos -replicaron los solitarios-; nosotros queremos saber qué hace usted para servir a Dios”.
– “Padres, eso más bien les corresponde a ustedes enseñármelo, porque yo soy un pobre ignorante que no sabe ni amar ni a servir a tan gran Señor. Pero, puesto que lo desean, voy a decirles lo que hago. Tuve una madre muy cristiana que desde la más tierna infancia, me recomendó vivamente que dedicase todo a Dios, y que hiciera y soportara todo por amor a Él. He seguido este consejo toda mi vida. Así, por la mañana hago mi oración y ofrezco a Dios mi día; voy a la labor porque Él lo quiere y trabajo por agradarle. Sufro hambre, frío, calor, pobreza, enfermedades y los malos años por amor de Él. Observo los mandamientos de Dios y de la Iglesia porque son la manifestación de su Santa Voluntad. He aquí todo lo que hago”.
– “¿Tiene usted algunos bienes de fortuna?” -le preguntaron los solitarios.
– “Tengo una pobre choza y estas ovejas que heredé de mis padres; pero Dios bendice lo poco que poseo. Hago dos partes de mi módica renta: doy una a los pobres y vivo con la otra. Mi comida es muy común; no me quejo de ella; la acepto tal cual por amor de Dios. He aquí cuál es toda mi manera de vivir”.
– “¿Tiene usted enemigos?”
– “¿Quién no los tiene? -respondió Eucaristo-; pero en vez de odiarlos los quiero y procuro hacerles algún secreto servicio. Si hablan mal de mí o me hacen algún daño, lo soporto por amor de Dios”.
Oído esto, los solitarios volvieron a su residencia, dichosos de haber aprendido un medio tan fácil de llegar a la perfección.
(ROMERO, F., Recursos Oratorios, Editorial Sal Terrae, Santander, 1959, p. 206)
Tomado de MSC
CHISTE
4 COSAS QUE DIOS NO SABE
“Dios no puede entender cuatro cosas: no sabe cuántas congregaciones de monjas hay; lo que piensan los jesuitas; cuánto dinero tienen los salesianos… ¡Y de qué se ríen los focolares!”, expresó ante miembros del movimiento fundado por Chiara Lubich.
Papa Francisco
Tomado de Vida nueva
EVANGELIZANDO
Un día un misionero cristiano, salió a evangelizar a unas montañas. Después de esto iba en la selva y tenía demasiada hambre, entonces mira a lo lejos una cabaña donde hay muchas manzanas, y él las mira, y dice que delicia, acercándose tomó una y se la iba a comer cuando se recuerda que hay que darle gracias a Dios por la comida de cada día.
Entonces orando dice: El señor es mi pastor nada me faltará. Y el Dueño de la casa aparece соn un rifle y le dice: ¡¡Y en verdes pastos te hará descansar!!
POEMA
“Ya sabes lo que hay que hacer en este mundo:
andar como un arado, andar entre la tierra”.
Blas de Otero (1919-1979)
ORACIÓN
IRRADIAR A CRISTO
Jesús mío, ayúdame a esparcir tu fragancia dondequiera que yo vaya, inunda mi alma con tu Espíritu y tu Vida; penetra en todo mi ser y toma posesión de tal manera, que mi vida no sea en adelante sino una irradiación de la tuya.
Quédate en mi corazón con una unión tan íntima, que las almas que tengan contacto con la mía, puedan sentir en mí tu presencia y que, al mirarme, olviden que yo existo y no piensen sino en Ti.
Quédate conmigo. Así podré convertirme en luz para los otros.
Esa luz, oh Jesús, vendrá de Ti; ni uno solo de sus rayos será mío: yo te serviré apenas de instrumento para que Tú ilumines a las almas a través de mí.
Déjame alabarte en la forma que es más agradable, llevando mi lámpara encendida para disipar las sombras en el camino de otras almas.
Déjame predicar tu nombre con palabras o sin ellas… con mi ejemplo, con la fuerza de tu atracción, con la sobrenatural influencia evidentemente del amor que mi corazón siente por Ti.
Oración escrita por San John Henry Newman
MI EQUIPAJE SERÁ LIGERO,
para poder avanzar rápido.
Tendré que dejar tras de mí la carga inútil:
las dudas que paralizan
y no me dejan moverme.
Los temores que me impiden
saltar al vacío contigo.
Las cosas que me encadenan y me aseguran.
Tendré que dejar tras de mí
el espejo de mí mismo,
el “yo” como únicas gafas,
mi palabra ruidosa.
Y llevaré
todo aquello que no pesa:
Muchos nombres con su historia,
mil rostros en el recuerdo,
la vida en el horizonte,
proyectos para el camino.
Valor si tú me lo das,
amor que cura y no exige.
Tú como guía y maestro,
y una oración que te haga presente:
“A ti, Señor, levanto mi alma, en ti confío,
no me dejes. Enséñame tu camino,
Mira mi esfuerzo. Perdona mis faltas.
Ilumina mi vida, porque espero en ti».
José María R. Olaizola
MEDITACIÓN
SER APÓSTOL
¿Por medio de qué? Con aquellos que Dios pone a su disposición: los sacerdotes tienen sus superiores que les dicen lo que deben hacer. Los laicos deben ser apóstoles con aquellos a quienes pueden atender: sus prójimos y sus amigos, pero no sólo con ellos; la caridad no es estrecha, sino que abraza todo lo que abraza el corazón de Jesús.
¿Por medio de qué? Por los medios mejores, dándose a aquellos a los que se dirigen: con todos aquellos, sin excepción, con quienes están en relación a través de la bondad, la ternura, el afecto fraterno, el ejemplo de la virtud, por la humildad y la dulzura que siempre son atractivas y muy cristianas. Con algunos sin decirles jamás una palabra de Dios ni de religión, teniendo paciencia como Dios es paciente, siendo buenos como Dios es bueno, siendo un hermano tierno y orante. Con otros hablando de Dios en la medida en que ellos puedan soportar; desde que está en su pensamiento la búsqueda de la verdad por el estudio de la religión, procurando se relacionen con un sacerdote muy bien escogido y capaz de hacerles bien. Sobre todo ver en toda persona humana a un hermano.
Charles de Foucauld Carta a Joseph Hours, 3 de mayo de 1912.
CAMINAR CON LA PALABRA
Si hay que llevar el mensaje de Jesús, sólo es posible hacerlo con un estilo: estilo que sólo es posible aprenderlo de Jesús en persona. La iniciación es dura. Es preciso que el discípulo se presente despojado y desprovisto de todo ante la Palabra que lleva y ante aquellos a quienes la dirige. No sólo será el servidor de la Palabra y de sus hermanos, sino que, por así decirlo, también su pobre, su mendigo. El discípulo se entrega en cuerpo y alma al misterioso poder recibido de Jesús -la Palabra y el poder sobre los espíritus malos- y, en su indigencia, se dedica por completo. La Palabra es su tesoro y está contento. Es la única actividad, la única iniciativa que Dios emprende a través de su pobreza, contra toda expectativa, más allá de cualquier posibilidad; iniciativa y poder a los que se abandona sin retener nada para sí.
Sólo lo indispensable, lo que permite ir de un pueblo a otro mendigando la Palabra que viene de Dios, el milagro que pertenece al Espíritu, el éxito de un ministerio que le supera, el pan y el refugio que otros le concederán o le negarán. Todo le escapa, todo lo toma Dios a su cargo y le transporta a ese mundo maravilloso donde el Espíritu lo dirige todo de manera infalible; donde la Palabra abre los corazones más cerrados y más duros; donde el poder del Espíritu, a través de las manos de los discípulos, se transforma en milagros; donde la pobreza no es obstáculo y ya no pide ser saciada, porque es el único camino, la única vía y bienaventuranza que nos hace disponibles para las maravillas de Dios. El camino fatigoso de la Iglesia -y el de cada uno de nosotros- está sometido a las mismas exigencias. La gracia se sirve, como de pasada, de las dotes humanas, pero no se apoya en ellas, ni se pone nunca en marcha a partir de ellas
A. Louf, Solo l’amore vi bastera Commento spirituale al Vangelo di Marco, Casale Maní. [Al] 1987, 138s).
LAS 6 CS PARA EVANGELIZAR JÓVENES (HACER APOSTOLADO)
1. CONTACTAR: PRESENTARTE Y RECORDAR SUS NOMBRES
“Contactar” incluye dar el primer paso para presentarte y hablar con ellos. Es el adulto el que debe presentarse y dar ese paso, ellos no lo harán. Además, como muchos no van a misa hay que ir a buscarlos. “Has de salir de tu zona de confort y dar ese paso… Vete a hablar con los adolescentes, preséntate… Consigue sus nombres y fotos y los cuelgas en la pared y así los tienes fichados… Cuando por fin te aprendes el nombre de un chaval y su cara, podemos decir que ya has contactado. Y él, al ver que sabes su nombre, ve que ya le importas algo”.
2. CONECTAR: RECORDAR LAS COSAS QUE APRECIAN Y VALORAN
Se da cuando ya conoces las aficiones de los adolescentes de tu grupo, de cada uno, lo que les gusta, su vida familiar, si tiene hermanos o hermanas, en qué es bueno. Puedes usar trucos memorísticos: si a Toni le gusta el tenis te repetirás mentalmente “tenis-Toni” para recordarlo. Para conectar, y para trabajar con adolescentes “has de hacer un poco el ridículo, ser un bobo por Cristo, no te ha de importar lo que la gente piense de ti, te ha de importar sólo que conectes con los chicos. No es fácil, has de insistir a veces… y volver, y volver”. Una ventaja de LifeTeen es que se trabaja en equipo, y un equipo de catequistas tendrá personas variadas: los que saben de música, o de deportes, o películas, o de Internet… y siempre habrá alguno que contactará mejor que otro con tal o cual chico o chica.
3. CUIDARLOS: VAS A SUS CONCIERTOS, FIESTAS Y MOMENTOS VALIOSOS
“Muestras que cuidas a los chicos, en el sentido de que te importan, hasta el punto de que vas a alguno de sus partidos de fútbol, de sus jornadas de aficiones, de su obra de teatro, su concierto de música… Eso les impresiona mucho. Tampoco hace falta quedarse hasta el final, basta con que te vean los chicos y sus padres… Cuando yo voy a sus cosas, ellos y sus padres se animan a venir a mis cosas, es decir, a LifeTeen, a misa, a nuestras actividades. Una vez más, sales de la parroquia y vas a buscar a los chicos”.
4. “CHALLENGE”, ES DECIR, RETARLOS O DESAFIARLOS A ALGO MÁS POR DIOS
Llega el momento en que puedes animar al adolescente a hacer algo de cierta relevancia como cristiano. Por ejemplo, «puedes animarle a rezar con esa chica que le gusta cuando la lleva a su casa, al dejarla en el portal. Para eso, animas al chico, hablas con él, planeas como se hace, etc… Luego le preguntas como fue, qué pasó… Es un reto, algo en lo que se arriesga y le hace crecer». En estos retos escuchamos sus dificultades y les acompañamos. Si les podemos retar es porque nosotros damos ejemplo: nuestros catequistas pueden pedirles ser castos con sus novias porque nuestros catequistas creen en la castidad y la viven en sus propios noviazgos. Les retamos a venir a misa porque cuando vengan estaremos en misa, verán que pedimos cosas que hacemos nosotros”.
5. COMPROMISO: CUANDO LES PEDIMOS HACER ALGO AÚN MÁS SERIO
El “compromiso” se puede tantear cuando el adolescente ya ha crecido bastante en la fe y en edad y le pedimos algo razonablemente serio: “necesitamos que tú puedas preparar una charla de 5 minutos sobre este texto de la Biblia”; “necesito que te levantes y cuentes tu testimonio el domingo que viene”, “contamos con que puedas venir tal día a ayudarnos”. En esta fase, los chicos ya no se dedican solo a “recibir”, sino que ya dan: con su testimonio y ejemplo, evangelizan a sus compañeros. Ya están siendo evangelizadores con algo de su vida.
6. COLABORADORES: YA EVANGELIZAN DE FORMA ESTABLE
El «colaborar» se da cuando el chico o la muchacha ya han crecido, son adultos jóvenes o están a punto de serlo y ya pueden ser ayudantes en catequesis, en pastoral juvenil, en actividades evangelizadoras. Algunos perseverarán y se convertirán en responsables de estos temas o en sacerdotes o consagrados. Ya son obreros que construyen el Reino de Dios.
Tomado de Anecdonet
CANTO
Alma Misionera (En Vivo) –
https://youtu.be/sNYI9ksztC0 Athenas
Delegación para el Clero de Santiago de Compostela