CITA
« ¿Quién me hundirá si a mi lado vas?»
S.Son
San Agustín: Frente a las tempestades y marejadas de este mundo, no duerma la fe en vuestros corazones.
“Cuando las angustias de los sufrimientos llevan al alma a una tempestad, despierta la fe que en ella dormita”.
«En los momentos de perturbación, no os dejéis vencer por el oleaje. No obstante, si soplare el viento, si se alborotan las pasiones de nuestra alma, no desesperemos: despertemos a Cristo, para que podamos navegar con bonanza y arribar al puerto de la patria» Sermón: A una orden de Cristo se produce la calma Sermón 43, 1-3: PL 38, 424-425
San Juan Crisóstomo En medio de infortunio, los cristianos continúan la predicación, en vez de descuidarla (In Acta Apostolorum 18).
Clara de Asís Nunca perder la paz. El convento confiado a sus cuidados le merece todo su empeño para dar en ello lo mejor de sí. Pero nunca perder la paz. Es de Dios, que cuida de él.
Teresa de Ávila Acuérdense que no da Dios a ninguno más trabajos de los que puede sufrir y que está Su Majestad con los atribulados. Cartas (31-01-1579)
San Josemaría Escrivá: Cruz, trabajos, tribulaciones: los tendrás mientras vivas. -Por ese camino fue Cristo, y no es el discípulo más que el Maestro (Camino, n. 699).
John H. Newman El Cristianismo ha estado demasiadas veces en lo que parecía un fatal peligro, como para que ahora nos vaya a atemorizar una nueva prueba. Son imprevisibles las vías por las que la Providencia rescata y salva a sus elegidos. Generalmente la Iglesia no hace otra cosa que perseverar, con paz y confianza, en el cumplimiento de sus tareas, permanecer serena, y esperar de Dios la salvación ().
Catecismo, nº 853 «(…) ‘Como Cristo realizó la obra de la redención en la persecución, también la Iglesia está llamada a seguir el mismo camino para comunicar a los hombres los frutos de la salvación’ (Concilio Vaticano II)»
San Juan XXIII No seamos profetas de desventuras.
San Juan Pablo II En la bula Incarnationis mysterium de san Juan Pablo II, por la cual convocaba el Gran Jubileo del Año 2000, el Papa se refirió a los testigos de la fe con estas palabras: Un signo perenne, pero hoy particularmente significativo, de la verdad del amor cristiano es la memoria de los mártires. Que no se olvide su testimonio. Ellos son los que han anunciado el Evangelio dando su vida por amor. El mártir, sobre todo en nuestros días, es signo de ese amor más grande que compendia cualquier otro valor: Su existencia refleja la suprema palabra pronunciada por Jesús en la cruz: “Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen” (Lc 23 ,34). Los dos mil años transcurridos desde el nacimiento de Cristo se caracterizan por el constante testimonio de los mártires. ().
Benedecto XVI En la Biblia, según lo que nos dicen la primera lectura y el Salmo 107, el mar se considera como un elemento amenazador, caótico, potencialmente destructivo, que sólo Dios, el Creador, puede dominar, gobernar y silenciar. (21 de junio de 2009)
Papa Francisco, «La tempestad desenmascara nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto esas falsas y superfluas seguridades con las que habíamos construido nuestras agendas, nuestros proyectos, rutinas y prioridades. […] Con la tempestad, se cayó el maquillaje de esos estereotipos con los que disfrazábamos nuestros egos siempre pretenciosos de querer aparentar; y dejó al descubierto, una vez más, esa bendita pertenencia común de la que no podemos ni queremos evadirnos; esa pertenencia de hermanos». (Fratelli Tutti)
La fe es un don gratuito de Dios que exige la humildad y el valor de fiarse y confiarse, para poder ver el camino luminoso del encuentro entre Dios y los hombres, la historia de la salvación. (Lumen Fidei)
«Cuando en esa barca sube Jesús, el clima inmediatamente cambia: todos se sienten unidos en la fe en Él. La fe nos da la seguridad de la presencia de Jesús, siempre a nuestro lado, de su mano que nos aferra para sustraernos de los peligros»
Cardenal J. Döpfner La fe es como una brújula en la tormenta y en la niebla.
José María Rodríguez Olaizola, «La fe, cuando se interioriza, cuando se convierte en algo personal, te ayuda a vibrar con palabras cargadas de significados, con sensibilidades compartidas, con formas de abrazar la vida» Ignacio de Loyola, nunca solo.
Rafael Luciani: «Las palabras que usamos al orar y dirigirnos a Dios revelan nuestra imagen de Dios. Pero también revelan la propia honestidad, sinceridad y transparencia de cómo vivimos nuestra relación con Dios y con los demás. Jesús nos enseña a discernir qué palabras, frases, actitudes son la base de nuestra oración diaria a Dios. Las palabras que Jesús usó expresan la confianza ciega en Dios. Todo es posible para Él».
William Shakespeare El cobarde muere muchas veces.
Charles H. Spurgeon Cuando no podamos ver el rostro de Dios, tengamos confianza bajo la sombra de sus alas.
CONTO
EL ESCLAVO Y LA TEMPESTAD
Un rico marajá de la India se embarcó y se desató una gran tormenta. Uno de sus esclavos empezó a llorar de miedo, tanto que la tripulación empezó a irritarse, y poco faltó para que el marajá lo arrojase al mar. Pero su consejero le dijo: “Yo lo arreglaré”. Entonces ordenó arrojarle al mar atado con una cuerda. El pobre esclavo empezó a gritar sacudido por las olas que lo zarandeaban en todas direcciones. Luego el consejero mandó sacarlo.
Una vez en cubierta el esclavo se tendió en un rincón, silencioso y tranquilo. El consejero explicó al marajá a qué se debía semejante cambio de actitud: “Los seres humanos nunca nos damos cuenta de lo afortunados que somos hasta que nuestra situación empeora”. Nadie aprecia tanto la salud como el que ha estado gravemente enfermo. Cristina lloraba porque no tenía zapatos, hasta que vio a una niña que no tenía pies.
Tomado de MSC
ANÉCDOTA
BARCAS Y OLEAJE
Las barcas del Mar de Galilea del siglo I medían unos 8 mts. de eslora por 2’5 mts. de manga. Aunque el mar de Galilea es un lago tranquilo, ocasionalmente los vientos encajonados levantan olas de hasta 2 metros. Estas tempestades no duran más de media hora, pero su fuerza hace peligrar las frágiles embarcaciones.
El texto del evangelio hace referencia a una de estas tormentas. Los primeros cristianos se sienten como aquellas barcas: zarandeados por las persecuciones y dificultades. La presencia de Jesús en su Iglesia es constante y les ayudará a superar contratiempos y momentos de zozobra.
Tomado de Tiempo interior
EL LAGO DE GENESARET
Es uno de los lugares donde se desarrolló gran parte de la actividad de Jesús. (También se le denomina en los evangelios como Mar de Galilea y Lago de Tiberíades). De este lago provienen expresiones y acciones simbólicas que orientan importantes capítulos de la doctrina cristiana.
El lago de Genesaret es un lago de agua dulce, rico en pesca. A su alrededor florecen poblaciones tales como Cafarnaún (ciudad de Naún), Betsaida (Casa de la pesca), Magdala, Tiberias… Tiene forma triangular. Mide 12 kmts. de ancho por 21 kmts. de largo. (Medidas similares a la Albufera de Valencia). La superficie del lago se halla a 212 metros bajo el nivel del Mar Mediterráneo. Los vientos provenientes del Mediterráneo se encajonan en la depresión montañosa que rodea al lago, formando al atardecer tempestades que provocan olas de hasta 2 mts. de altura, lo que era un peligro para las pequeñas embarcaciones pesqueras.
Estas barcas, según restos arqueológicos, medían alrededor de 8 mts. de eslora por 2 mts. de manga. No llevaban cubierta, por lo que el fuerte oleaje las solía llenar de agua.
Debió ser muy importante la actividad marinera de Jesús, puesto que la «barca de Pedro» aparece citada en los evangelios 39 veces. La «barca de Juan y Santiago», 8 veces. Los peces capturados solían ser grandes, lo que facilitaba su conservación en salazón, ahumados o secos.
Tomado de Tiempo interior
GUÁRDATE DE CREER QUE ESTÁS SÓLO
En unos carteles publicitarios dirigidos a consumidores de drogas y a los seropositivos del virus del sida… con frases de ánimo y esperanza… de hace unos años, se leía uno que me llamó la atención y que guarda relación con el evangelio de hoy: “Cuando estés en la habitación por la noche, bien cerrada la puerta y la luz apagada, guárdate de creer que estás sólo, porque no lo estás”
Tomado de Juan Jáuregui
JONÁS Y MÁS
Egeirô significa despertar o resucitar. Será el signo de Jonás, el que anuncie la muerte y la resurrección de Jesús
“Yahvé lanzó sobre el mar un viento violento, y hubo una gran tempestad…Tómame y arrójame al mar, dice, y la mar se calmó…Apoderándose de él, lo arrojaron al mar y la mar aplacó su furor.”
Pensemos en el Salmo de hoy: “El Señor habla, y provoca la tempestad, un viento que levanta olas que llegaban hasta el cielo y bajaban hasta los abismos…En su angustia, gritaron al Señor y los sacó de su angustia, haciendo callar a las olas.” ( Jonás 1, 4-5.12.15 y el Salmo 106, 25-26.28.)
“Moisés extendió la mano sobre el mar, y Yahvé lanzó sobre el mar un fuerte viento del este… y las aguas formaban una gran muralla a derecha e izquierda mientras que los judíos huían.” (Éxodo 14, 21-23..).
Así los salmos hablan de una victoria sobre el mar un signo del dominio de Dios.(4) Al acercar la narración de hoy con la expulsión de un espíritu impuro en Cafarnaún, encontramos las mismas palabras: “¡Cállate!” y la misma reacción de los discípulos: “¿Qué quiere decir eso? Manda a los espíritus impuros y le obedecen” (1, 27). Releer por ejemplo los Salmos 76, 17-20; 88, 10; 92, 3-4; 103, 6-9.
Tomado de P. Felipe Santos SDB
CHISTE
SOLTAR LAS AMARRAS…Y CONFIAR.
Una tarde dos turistas que habían acampado a la orilla de un lago decidieron atravesarlo en barca para irse a tomar unas copas al bar de la otra orilla. Allí se quedaron hasta bien entrada la noche. Salieron del bar un poco afectados por lo que habían bebido, pero al fin lograron llegar a la barca para volver a su destino. Empezaron a remar con fuerza. Sudaban y resoplaban por el esfuerzo y el empeño que ponían. Habían pasado así más de dos horas cuando uno le dijo al otro:
– ¿No crees que en tanto tiempo deberíamos haber llegado ya a la otra orilla?
– Eso mismo digo yo -, contestó el otro. – Pero tal vez no hemos remado con la energía suficiente.
Multiplicaron entonces los esfuerzos y remaron decididamente durante una hora más. Sólo que, al salir el sol, contemplaron sorprendidos que seguían estando en el mismo lugar. Se habían olvidado de desatar la gruesa cuerda que sujetaba su barca al muelle de los barcos.
Tomado de P, Diego Millán
POEMA
“Nada te turbe, nada te espante todo se pasa,
Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza,
quien a Dios tiene nada le falta sólo Dios basta”
(Santa Teresa de Jesús)
ORACIÓN
Tú, Señor, acompañas nuestro vivir
cuando las aguas están calmadas
y todo va sucediendo en armonía,
sin que suceda nada fuera de lo normal.
Tú, Señor, estás aún más cerca de nosotros
cuando de pronto surge una enfermedad,
un problema de trabajo, un conflicto de relación,
un desencanto, una muerte o cualquier dificultad.
Tú estás cuando los huracanes de la vida
nos hacen sentir miedo, porque se mueve la barca,
creemos que no vamos a poder superar ese momento
y entonces dudamos de tu presencia y de tu amor.
Tú, que conoces nuestras tempestades vitales,
nos tienes siempre envueltos en tu amor,
estás esperando que nos pongamos confiados en tus brazos
para desarrollar todos nuestros recursos y capacidades.
Tú, que crees en nosotros mucho más que nosotros mismos,
que nos has regalado a cada uno un potencial infinito
de equilibrio, salud mental, amnesia del dolor y alegría,
nos haces salir airosos de todas las dificultades.
Tú sólo esperas que tengamos fe en ti,
que creamos, de verdad, que acompañas siempre nuestra vida,
y que en ti nuestro valor aumenta y nos llenas de fuerza,
para poder con todo lo que la vida nos depare,
siempre que sepamos que vives dentro de nosotros,
que somos personas habitadas, impulsadas desde dentro a ser.
Tomado de Juan Jáuregui
DE LOS HIMNOS DE QUMRÁN
“Los cimientos del muro tiemblan
como una barca en la superficie del mar,
y las nubes resuenan con estrépito.
Y tanto el que habita en el polvo
como el que navega sobre el mar
están aterrorizados por el fragor del agua.
Su labios son para ellos como marinos sobre los abismos,
pues toda su sabiduría es confundida
por el estrépito del mar,
por el borbotar de los abismos
sobre las fuentes de las aguas;
ellos se agitan para hacer altas olas,
las puertas de las aguas con sonido estrepitoso.
Y cuando están excitados se abren el Sheol y el Abadón”.
(Himno III,13-16)
“Yo soy como marinero en un barco
en el furor del mar,
sus olas y torrentes atruenan sobre mí,
un viento vertiginoso sin una pausa para tomar aliento,
sin senderos que que dirijan el camino sobre la faz del mar.
El abismo atruena a mi gemido,
mi alma se aproxima a las puertas de la muerte”.
(Himno VI, 22-24)
Tomado de Fidel Onoro
[Textos de Qumrán. Edición y traducción de Florentino García Martínez (Trotta, Madrid 1993)]
MEDITACIÓN
PASEMOS A LA OTRA ORILLA
“Señor… Tú me invitas hoy a “Pasar a la otra orilla” y esto implica muchas cosas:
Pasar a la otra orilla es dejar atrás lo seguro, lo que conozco, lo que sé vivir.
Pasar a la otra orilla es dejar la tierra firme para subir a la frágil barquilla y enfrentar muchos mares embravecidos.
Pasar a la otra orilla es unirme estrechamente con otros que también hacen la misma travesía.
Pasar a la otra orilla es no ahorrar esfuerzos y fatigas por salir adelante frente a situaciones difíciles, para terminar siempre pidiendo tu ayuda.
Pasar a la otra orilla es dejarte dormir en la barca, sabiendo que tú estás y que eso es suficiente.
Pasar a la otra orilla es participar en la fatiga común contra las fuerzas que buscan nuestra destrucción.
Pasar a la otra orilla es dejar que seas tú quien indica la hora y el lugar oportunos.
Pasar a la otra orilla es también, ¿por qué no? despertarte cuando con más urgencia te necesitamos.
Pasar a la otra orilla es reconocer que nuestra fe es frágil y débil. Sentir mucho temor, pero al final reconocer que solo a ti te pueden obedecer el viento y el mar.
Pasar a la otra orilla es saber acoger lo nuevo con la confianza que vamos contigo y que tú estás allí.
Pasar a la otra orilla es reconocer que, como los discípulos „viejos lobos de mar‟ no es nuestra experiencia ni nuestro saber quien nos saca adelante, sino que eres tú, zarandeado por las olas del mismo mar”
Sor Clemencia Rojas FMA
CANTO
Ven Seréname Grupo Ixcís
El cielo para ti I Athenas
Delegación para el Clero de Santiago de Compostela