La hermana Josefina es una religiosa argentina que en las últimas semanas se ha convertido en furor en las redes sociales porque predica a través de TikTok, el nuevo punto de encuentro de adolescentes de todo el mundo, informa el portal argentino Infocielo.
La cuarentena por la pandemia del coronavirus cambió los hábitos de todas las personas y todos los sectores tuvieron que reinventarse. La hermana Josefina Cattáneo se puso al día con las redes sociales y comenzó a predicar a través de TikTok. Ella pertenece a la Congregación Mercedarias del Niño Jesús y encontró en las redes sociales un método para acercar la palabra de Jesús a los más jóvenes.
“Nos hemos confundido en cómo anunciarlo para hacerlo más cercano a la gente”, remarcó, en relación al nuevo método que implementó para acercar también a los jóvenes a la religión. “Si no estoy donde está la gente es como tener una buena noticia y no darla”, enfatizó en declaraciones a una emisora de radio.
La semana pasada su contenido creó furor en TikTok: empezó a sumar seguidores y llegó en pocas horas a 10,1K: “No me imaginé tener tantos seguidores, esto me parece que es algo de Dios”, expresó. “Es también una forma de decirle a la gente que no se canse de buscar a Jesús”, y agregó: “En este momento de pandemia la gente está más que nunca en las redes”.
La hermana cuenta con el apoyo de las demás religiosas de su congregación: “Es una manera más, nada es malo, siempre hay que buscar una nueva forma de poder llegar a la gente y hacer que puedan volver a tener esperanzas”.
La monja Tiktoker comenzó haciendo vídeos disfrazada de payaso para una escuela. “Quería acercarme un poco a los niños y empecé a grabarme disfrazada’, comentó. Sin embargo, terminó predicando en la red social: “Todos los días que iba a rezar, cuando iba me aparecía esto de TikTok y entonces dije: ‘Bueno, listo, ya está, voy a arrancar’, porque primero era como una excusa de no querer hacerme cargo de que Jesús estaba en TikTok”.
“Quiero prender este fuego en la gente”, remarcó Josefina y finalizó: “El Jesús en que creo está lleno de alegría”.