Papa Francisco: Esta economía mata, y lo digo yo, que no soy marxista

El próximo 24 y 25 de septiembre el Papa Francisco visitará Nueva York, centro de la economía mundial. Su mensaje sobre la economía no siempre ha sido entendido y algunos periódicos financieros, grupos de ideología liberal o sectores minoritarios católicos atribuyen al Papa posiciones marxistas o interpretan su magisterio sobre la doctrina social de la Iglesia bajo el prisma de sus orígenes latinoamericanos.

Andrea Tornielli y Giacomo Galeazzi, prestigiosos vaticanistas, abordan estas cuestiones en el libro Papa Francisco: Esta economía mata, que acaba de publicar Ediciones Palabra explicando el pensamiento del pontífice sobre la economía actual; y reflejando que, en sus propuestas, no hay nada más que la radicalidad evangélica de los Padres de la Iglesia. Para ello han acudido a los textos, en escritos y discursos, del propio Francisco. Además ofrecen una extensa entrevista con el Santo Padre donde expone su opinión directamente.

En esta obra también se recogen los comentarios del empresario y economista Ettore Gotti Tedeschi, quien fuera el banquero del Vaticano; del experto en teoría económica y profesor de Bolonia, Stefano Zamagni; y de Carlos Olivero, párroco en un barrio humilde en Buenos Aires y amigo personal del Papa Francisco.

Esta novedad editorial te ayudará a entender el mensaje de Francisco y a conocer los argumentos éticos y morales de uno de los temas actuales que más preocupan a la sociedad.

¿Qué dice el Papa cuando se le ha acusado de marxista?

“En mi vida he conocido a muchos marxistas buenos, buenos como personas. Por eso no me siento ofendido por esa consecuencia. Pero la ideología marxista está equivocada”. Y el Papa aclara: “No he hablado como un técnico, sino según la doctrina social de la Iglesia, y esto no significa ser marxista. Quizá quien ha hecho ese comentario no conoce la doctrina social de la Iglesia, y en el fondo, tampoco conoce tan bien el marxismo”.

En la Evangelium Gaudium dijo, “así como el mandamiento de “no matar” pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir “no a una economía de la exclusión y la inequidad. Esa economía mata”.

“En esta exhortación no he dicho nada que no esté contenido en las enseñanzas de la doctrina social de la Iglesia”.

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