“Nunca pensé que me recordarían por cumplir con mi deber, que es lo que hice en Betanzos”

Foto: j. alborés/El Ideal Galego.com

Decenas de betanceiros despidieron este viernes a Manuel Rodríguez Rodríguez. El sacerdote, que llegó a la ciudad hace apenas once años, deberá incorporarse en las próximas semanas a su nuevo destino: la parroquia de San Luis Gonzaga en A Coruña. Ilusionado con el mensaje del Papa Francisco, aprovecha cada respuesta para renovar su profesión de fe en Cristo. “No soy yo quien hace las cosas, es Él”.

¿Qué se lleva y qué le gustaría poder dejar en Betanzos?
Llevo muchos amigos, es una ciudad que me acogió y siempre supo estar a mi lado, tanto practicantes como no practicantes… Dejo un estilo de vivir y de ser en la sencillez y la humildad.

¿Por qué y cuándo decide solicitar su traslado de Betanzos?
Humanamente hablando, por lo bien que me siento en Betanzos, creo que no me marcharía nunca. Ahora, como persona pública que soy, es bueno que se produzca una alternancia. Betanzos debe ser un faro que ilumine no solo a la ciudad, sino a toda la comarca. Tiene que ser referente en todos los campos y también el campo religioso y pastoral. Debe irradiar luz para que la Luz no se apague, y, para ello, es bueno que un nuevo párroco con más juventud se ponga al frente de un nuevo proyecto pastoral.

¿Sabe la fecha exacta de su incorporación a A Coruña?
Lo único que sé es que no sé nada. Pienso en este mes de agosto el señor arzobispo nombre a mi sucesor. Yo quisiera, antes de irme, acompañarlo unos días para que el cambio se produzca en la normalidad, presentarlo a las comunidades en las que va a ejercer su misión, y, sobre todo, a los distintos grupos más comprometidos en la acción pastoral parroquial.


¿Estará todavía aquí para la “reinaguración” oficial del Santuario de A Angustia?
El santuario de A Angustia ya está terminado y ya hay culto en él todos los domingos. Ahora bien, estamos preparando una inauguración oficial, que será, con el “plácet” del nuevo párroco. Ese día quisiera que, además del señor arzobispo y las distintas autoridades, estuviera presente José Manuel Rey Pichel, ex director xeral de Patrimonio, y que se le descubriera una placa en agradecimiento. Porque gracias a él se pudo hacer la obra. De lo contrario sería imposible.

¿Hay algún proyecto que le hubiese gustado realizar y que no ha podido por falta de medios o de tiempo, don Manuel?
El patrimonio religioso de Betanzos, gracias a la ayuda de los distintos organismos: Xunta, Diputación Provincial, Fundación Comarcal… y el apoyo de las distintas autoridades locales, ha recibido un “remozo” general. Fueron muchos los desvelos, preocupaciones y desgaste producidos para lograr el objetivo final, pero podemos decir que, en la actualidad, el 90% de las iglesias de Betanzos tienen una imagen muy distinta de la que tenían hace once años. Se han invertido en ellas más de un millón de euros. Todavía queda alguna obra pendiente de ejecución, con los proyectos sobre la mesa, financiados por la Dirección Xeral de Patrimonio, como son el presbiterio del Santuario de Os Remedios y el tejado de la Iglesia de San Martiño de Tiobre.

¿Goza de buena salud la Iglesia de Betanzos?
Pienso que sí. Hoy hay un buen clima para dar un paso más en el compromiso cristiano dentro de la comunidad parroquial. De todos modos, los cristianos de Betanzos, como en general de otras partes, tenemos que salir a nuestras calles para defendernos de tanto materialismo y comodidad y no tener vergüenza. No somos una ONG y tenemos que luchar por volver a los valores cristianos, en la familia, las relaciones sociales y de trabajo.

Le recordarán, sobre todo, por su labor como promotor de la conservación y rehabilitación del patrimonio artístico y religioso ¿De qué actuación se siente más orgulloso?
Nunca pensé que me recordarían por haber cumplido con mi deber, que es lo que hice. No soy populista ni busco los aplausos. Si alguien me felicita por algo, me hace sufrir, porque no soy yo el que hago las cosas, es Cristo el que se vale de mi, para gastar mi energía por un lado o por el otro.

¿Valoran los betanceiros el trabajo de Cáritas Interparroquial y otras organizaciones vinculadas a la Iglesia?

La Iglesia y sus organizaciones siempre fueron creíbles y Cáritas es el referente de la acción caritativa de la Iglesia. En Betanzos está haciendo una labor extraordinaria, que no se ve, pero que está ahí. Son muchas las familias que, gracias a la acción de Cáritas, en este momento de crisis, están saliendo adelante, mientras en otros organismos no son atendidos. No pregunta la nacionalidad, ni la religión ni el apellido. Cáritas ayuda al hombre, sea quien sea, que llama a su puerta.

¿Cómo está afectando la crisis a estas organizaciones?

La crisis afecta a todo, pero la solidaridad de los betanceiros está ayudando a que Cáritas haga lo que está haciendo con un admirable equipo de voluntarios que dedican muchas horas a atender a los más necesitados.

¿Su dedicación al patrimonio le ha restado mucho tiempo a su labor pastoral?
Por supuesto que sí: tiempo y dinero. Pero no por ello dejé de entregarme a la acción pastoral, a las “piedras vivas”. Ellas son las que deben hablar.

Asegura que está cansado, pero es que dicen que solo duerme cuatro horas al día ¿Cómo no va a estar cansado?
Cansan los años, no el trabajo, y cuando uno lo hace con alegría y creyendo en ello, no se cansa. Mi mente está joven, con las lagunas propias de la edad. Es verdad que, al dormir poco, el tiempo siempre me llega.

El arzobispo se habría comprometido a nombrar un párroco joven, pero no abundan los sacerdotes jóvenes, don Manuel.
El señor arzobispo nunca dijo que iba a nombrar un párroco joven… Pero esperemos que sí sea más joven que yo, porque le espera una gran labor pastoral que exige tiempo y dedicación

¿Tiene una idea de quién puede ser su sucesor?

Por los corrillos se escuchan nombres, pero del corrillo a la realidad, hay un trecho. Creo que pronto tendremos noticias


Publicado en: El Ideal Gallego.com