Manuel Botana, en el homenaje de sus feligreses: «Lévovos a todos no corazón»

Manuel Botana Agra vivió ayer un día pleno de emociones. Como tantas veces, ofició la misa para sus feligreses de Carballal y Sabugueira. Pero no era una eucaristía más. Allí, bajo la carpa instalada en el campo de la fiesta de Santa Lucía (San Paio), estaban más de 300 personas (entre ellos los populares Borja Verea, Constenla y de la Fuente) para rendir homenaje a quien fue su párroco durante más de 52 años: «Lévovos a todos no corazón», les dijo desde el altar de campaña. Y lo decía desde el suyo propio, ya que como expresaba por la tarde mientras se despedía de los organizadores, fue un día «de moita emoción, porque en actos como este realmente o que impera é a emoción, o sentimento, máis que o discurso elaborado ou literario. Máis ben fala o corazón, non fala a mente».

Entre sus feligreses comentaban el aprecio general que se ganó en más de medio siglo don Manuel, que es como le llaman: «Implicouse en todo, axudou aos veciños, en Cáritas, e colaborou en todo: non sabía dicir que non a nada. Ías xunto a el, e sempre che preguntaba ‘que horario che vai’, non poñía pegas a nada», decía un vecino de Lavacolla, donde saben que lo echarán de menos.

Él, a sus 84 años, se va a vivir a su casa natal de Brandeso, en Arzúa. Pero se resiste a ver el homenaje de ayer como una despedida: «Dalgún xeito terminamos esta longa etapa, pero non significa un adeus. Na medida en que eu poida e mo permita a saúde, seguirei estando presente naqueles actos importantes da parroquia nos que os fregueses demanden a miña presenza, e ao tempo, sen ser un estorbo para quen me suceda no exercicio da actividade pastoral en Sabugueira e Carballal». Son las parroquias en que desarrolló su actividad sacerdotal, e incluso vecinal.

Porque a su llegada a la zona, en diciembre de 1970, había mucho por hacer. Fueron tiempos de grandes esfuerzos y reuniones con las autoridades municipales de Santiago, sobre todo para la mejora de las comunicaciones en las aldeas: «Eran corredoiras de carros de vacas, que pouco a pouco se foron renovando e preparando para tempos máis axeitados á modernidade». También fue importante su contribución en el ámbito de la enseñanza, donde de dos escuelas parroquiales se pasó unos años después a conseguir hacer realidad el colegio, con la concentración escolar: «A partir de 1973 houbo un cambio moi significativo na programación de toda a ensinanza, sobre todo dos pequenos».

Aunque deja la responsabilidad de las dos parroquias, Botana Agra continuará al frente de la presidencia de la Cocina Económica de Santiago, aunque avanza también en ese apartado que «chega un momento en que a renovación parece que é o máis oportuno e axeitado». El sacerdote es además profesor emérito de la Universidade de Santiago, en la que ejerció como catedrático de Derecho Mercantil: allí continúa su labor, centrada ya en «pequenos traballos de investigación, non na actividade docente». Su especialización en derecho de patentes, de autor y de propiedad intelectual le llevó en su día a asesorar a personas como Isaac Díaz Pardo o el director de cine Pedro Almodóvar.

Fuente: La Voz de Galicia

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