Museo de Bellas Artes de Sevilla

Jueves, 24 De Septiembre, Nuestra Señora de la Merced

El título “Merced” significa ante todo “misericordia”

Museo de Bellas Artes de Sevilla

En castellano se le ha llamado en plural, Virgen de las Mercedes, que no corresponde con el sentido originario de la advocación. El significado del título «Merced» es ante todo «misericordia».

El título mariano la Merced se remonta a la fundación de la Orden religiosa de los mercedarios el 10 de agosto de 1218, en Barcelona, España.

Desde el siglo XIII es patrona de Barcelona y el 25 de septiembre de 1687 se la proclamó oficialmente patrona de la ciudad. Es además patrona de los cautivos (presos) y de muchos países de Latinoamérica.

En el año 1696, el papa Inocencio XII extendió la fiesta de la Virgen de la Merced a toda la Iglesia, y fijó su fecha el 24 de septiembre.

Pero a raíz de la reforma litúrgica del concilio Vaticano II, en el año 1969 la fiesta se suprimió del calendario universal.

San Pedro Nolasco, inspirado por la Virgen, funda una orden dedicada a la merced (obras de misericordia). Su misión particular era la misericordia para con los cristianos cautivos en manos de los musulmanes.

Muchos miembros de la orden canjearon sus vidas por la de presos y esclavos. San Pedro fue apoyado en tan extraordinaria empresa por el rey Jaime I de Aragón.

San Pedro Nolasco y sus frailes eran muy devotos de la Virgen María, tomándola como patrona y guía. Su espiritualidad se fundamenta en Jesús el liberador de la humanidad y en la Santísima Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre.

Los frailes mercedarios llevaron al continente americano su amor a la Virgen de la Merced, que se propagó ampliamente.

En República Dominicana, Perú, Ecuador, Argentina y muchos otros países, la Virgen de la Merced es muy conocida y amada.

Los seguidores de la Orden de la Merced estuvieron entre los primeros misioneros de América, en la isla de La Española o República Dominicana

La iconografía usada para representar a la Virgen de la Merced queda definida a partir del siglo XVI, consistiendo fundamentalmente en el hábito mercedario: túnica, escapulario y capa, todo en color blanco, con el escudo mercedario en el pecho.

Otros elementos recurrentes son las cadenas y el grillete, símbolos también del cautiverio. Normalmente, además del escapulario del hábito, lleva otro pequeño en la mano que ofrece a los fieles.

Suele aparecer tocada con corona de reina, y también con el cetro en la mano derecha. En muchas ocasiones sostiene en la izquierda al Niño Jesús, que también puede llevar un escapulario en las manos.

En ocasiones cobija bajo su capa a un grupo de presos cautivos, pero también a santos, o personas de todas las clases sociales.

Otro modelo iconográfico es el de la Comendadora, sedente en el coro, sin niño ni cetro, con las constituciones de la Orden en una mano.

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