El “feminismo violento” se ha convertido en los últimos tiempos en uno de los fenómenos más destructores de la paz social. Estragos, quema de iglesias, estatuas vandalizadas… no hay freno para las personas que integran estos grupos organizados.
Un ejemplo es lo que ocurre en la ciudad de San Luis (Argentina). Este pasado 3 de octubre, un abogado presentó un escrito ante la Justicia, respaldado por 25 fieles católicos, que solicita una orden de alejamiento, de 200 metros, de todos los templos e iglesias de la provincia para las feministas violentas.
Desprotección de las autoridades
El abogado Alejandro Miranda presentó esta solicitud, justo antes de que se celebre el Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias en la ciudad. “La preocupación radica en que los antecedentes, de los casos en los que esta gente se ha manifestado públicamente, marcan la violencia con que lo hacen y particularmente contra la iglesia Católica”, expresó Miranda a medios locales.
Marzo de 2021, muro metálico protege la catedral de Ciudad de México de posibles ataques.
El letrado denunció, también, el trato de favor que reciben estas personas de las autoridades. “Estas personas se ven favorecidas por las políticas públicas de seguridad. Si ustedes recuerdan, en junio de este año, 40 o 50 mujeres fueron a la iglesia Catedral y cometieron desmanes: pintaron el frente de la Catedral en presencia de la Policía que estaba pasiva frente a los hechos que se desarrollaban”, comentó.
“Si 40 o 50 mujeres pudieron cometer ese tipo de desmanes, ¿se imaginan lo que podemos esperar que pueden llegar a hacer 100 mil personas que vengan a la ciudad?. Toda la comunidad está preocupada. El personal policial está preocupado”, explicó Miranda. El Obispado de San Luis, por su parte, ordenó blindar la catedral, sacar todo aquello que tuviera valor litúrgico, y pidió a los fieles que se acerquen a las parroquias para organizar “acciones de defensa”.
Destrozos y pintadas groseras
El abogado comentó que el objetivo es la protección de los templos, de los sacerdotes, de los fieles y de la comunidad católica. “Lo que no pueden hacer es violar los derechos de los católicos, porque parece que los de ellos tienen prioridad sobre los nuestros. Si la Justicia actuara de manera independiente e imparcial tendría que asegurar esta medida e impedir que estas manifestaciones pasen por frente de los templos”, opinó el letrado.
Los ataque a templos católicos por parte de feministas violentas está siendo una constante en los últimos años. En 2021, por ejemplo, fue incendiada la puerta de la iglesia de San Francisco en Bogotá. En Chile, en 2020, estos grupos organizados prendieron fuego a la puerta de la catedral de Antofagasta.
En Oaxaca (México), en 2021, las feministas violentas lograron entrar por la fuerza a la iglesia de San Damián y San Cosme y causaron destrozos contra imágenes y bancos. Hay que recordar que, en noviembre de 2020, una manifestación llenó de lemas abortistas la catedral de Salta (Argentina), y también pintadas groseras contra la estatua de la Virgen.