Fallece el P. Adolfo Nicolás, que fue Superior General de la Compañía de Jesús

El día día 20 de mayo ha fallecido en Tokio (Japón) el P.
Adolfo Nicolás, jesuita español que fue Superior General de la Compañía
de Jesús entre los años 2008 y 2016. El P. Nicolás tenía 84 años.


Así lo acaba de comunicar el padre Arturo Sosa, Superior General de la Compañía de Jesús, en una carta a todos los jesuitas. En
sus palabras, el padre Sosa describe a su predecesor como «un hombre
sabio, humilde y libre; entregado al servicio de modo total y generoso;
conmovido por los que sufren en el mundo, pero a la vez rebosante de la
esperanza que le infundía su fe en el Señor Resucitado; excelente amigo,
de los que aman la risa y hacen reír a otros; un hombre del Evangelio».


Nacido en Villamuriel de Cerrato (Palencia) en 1936, entró en el
noviciado de los jesuitas de Aranjuez en 1953. Con 24 años fue destinado
a Japón. Desde ese momento hasta su elección como Superior General, en
2008, trabajó en Asia, sobretodo en Japón y Filipinas, desempeñando
distintos cargos, entre ellos el de Provincial de Japón durante la
década de los 90, o el de moderador de los Provinciales Jesuitas de Asia
Oriental y Oceanía. También trabajó con población inmigrante y
desfavorecida en una parroquia de Tokio.


En 2008, tras la renuncia del P. Peter-Hans Kolvenbach, fue elegido
por la Congregación General 35 como Superior General de los jesuitas,
convirtiéndose en el vigésimo noveno sucesor de San Ignacio y el séptimo
jesuita de nacionalidad española que ocupa este cargo. A su generalato
aportó su conocimiento y sensibilidad de las culturas orientales, la
espiritualidad en diálogo con otras religiones y reafirmó el compromiso
prioritario por la promoción de la justicia y la reconciliación.


A lo largo de estos años lideró un trabajo de intensa
reestructuración de la provincias jesuíticas europeas y americanas y,
sobretodo, insistió repetidamente en la necesidad de combatir la
superficialidad, trabajando desde la profundidad y la creatividad. A lo
largo de su gobierno animó a los jesuitas a redescubrir la dimensión
universal de la Compañía de Jesús y a impulsar la colaboración con
otros, creyentes o no. Algunos de los acentos de su generalato fueron el
trabajo en favor de los más desfavorecidos, la ecología, la
reconciliación y el trabajo por la paz como principio irrenunciable; o
la educación de los jóvenes.


En 2014, a la edad de 78 años, anunció su voluntad de presentar la
renuncia, lo que hizo ante la Congregación General 36, celebrada en Roma
en 2016. Tras ello, regresó a Asia, primero a Filipinas y después a
Japón, donde ha residido hasta ahora.


Se le ha definido como un hombre marcado por su larga trayectoria en
Asia y el contacto con la cultura y religiones orientales: ecuménico,
comprometido con el diálogo interreligioso y entre culturas. Asimismo,
de su personalidad se ha reconocido siempre su gran apertura, su
sencillez e inteligencia.


El funeral se celebrará en Tokio a las 17:00 h. (en España, 21 de mayo a las 10:00 h) y se retransmitirá por internet.


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