Evangelizar a través del arte de la Catedral de Santiago

Piedras Vivas’, esta referencia del Nuevo Testamento que transmite la idea de que los cristianos son piedras vivas del templo de Dios da nombre a un proyecto, impulsado por la Pastoral Universitaria en colaboración con la Fundación de la Catedral de Santiago, que, en palabras de su coordinadora en la ciudad del Sar, Alejandra González, busca de forma desinteresada “crecer en la fe” a través del arte.

“Lo primero que buscamos es crear una comunidad de jóvenes para que crezcan en la fe porque muchas veces, después de la catequesis, ya no hay nada para que los jóvenes experimenten ese acompañamiento y maduración de la fe y, partiendo de esa base, existen tres pilares que ayudan a este objetivo. Ellos son la comunidad; la oración, porque la familia que reza unida permanece unida; y el servicio, ya que si todos los dones que recibimos de Dios nos los quedamos para nosotros mismos no sirve para nada y, si al final hemos conocido algo que nos encanta, pues quieres compartirlo, en este caso a través del arte”, señala González.

Hasta 15 personas colaboran en un proyecto que arrancó en la capital gallega en el año 2017. Se trata de una iniciativa muy extendida en otros países de Europa, especialmente en Italia, que nace de la Pastoral Universitaria de los Jesuítas, y que la Pastoral Universitaria compostelana conoció “de segundas”. Su delegado es Ricardo Sanjurjo, quien en todo momento destaca que “no se trata de una visita turística”, sino que la idea consiste en “transmitir la fe”. “Lo que hacemos no es la visita que haría un guía turístico, más bien, lo que hacemos es una catequesis a través del arte de la catedral de Santiago”, declara.

La Pastoral Universitaria intenta que estas visitas se realicen una vez al mes, la próxima en principio será a finales de este mes de marzo aunque todavía está en el aire por su proximidad a la Semana Santa. Además, durante los meses de verano se realiza un campo internacional de 15 días que acerca a personas de todo el mundo.

En estas visitas, lo primero que se busca es, bajo el pretexto de hacer una visita de la catedral, acoger al peregrino que llega. Se hace en emblemáticas plazas de la ciudad como son Platerías o Azabachería, las de mayor carga iconográfica. Desde allí, se hace un recorrido pasando por todas las imágenes del exterior de la catedral y, a su término, se invita a un espacio en el que las personas puedan rezar por todo lo que han vivido durante la visita. Una forma diferente de vivir y conocer la catedral de Santiago, y todo, desde la fe.

Fuente: El Correo Gallego

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