“El papa Francisco nos ha devuelto la vida”: Hablan los sirios acogidos en el Vaticano

La Comunidad San Egidio ha recibido a las tres familias que volvieron con el Papa desde Grecia el sábado pasado.

Periodistas, familias italianas y voluntarios de la comunidad les dieron la bienvenida cubriéndolos con pétalos de flores y mostrando una pancarta en la que estaba escrito en italiano y árabe: “Bienvenidos a Italia”.

Un piso del centro de la Comunidad, ubicado en el barrio de Trastévere, ha sido acondicionado como vivienda para las familias sirias. La Comunidad había preparado manjares sirios para la cena.

Rami es uno de esos refugiados. Es natural de la región de Deir ez-Zor, actualmente controlada por Daesh, y vino acompañado por su esposa y sus tres hijos a bordo del avión que trajo al Papa de vuelta a Roma.

Un periodista de la edición árabe de Aleteia charló brevemente con él a su llegada.

¿Cuándo y cómo llegasteis a Grecia?

Llegamos a Grecia hace cincuenta días por mar. Nos registramos en una organización especializada en la ayuda a la instalación de refugiados.

Nos dijeron que diez personas iban a ser las invitadas del papa Francisco al día siguiente. Entonces registraron nuestros nombres y tomamos el avión con Francisco.

¿De qué hablasteis con el Papa en el avión?

El papa Francisco es una persona verdaderamente extraordinaria y humilde. Nos tenía reservada una recepción fantástica. Le dimos las gracias y le pedimos seguridad para nuestro país, con el fin de que pudiéramos caminar juntos hacia el futuro.

¿Dónde vivíais en Siria y cuántos miembros componen vuestra familia?

Nuestra familia la forman cinco personas: mi esposa, nuestros tres hijos y yo. Vivíamos en Deir ez-Zor, antes de huir a Turquía y luego a Grecia.

¿Qué hay de los miembros de vuestra familia extendida, están con vosotros o en Siria?

Todavía están en Siria.

¿Qué porvenir creéis que os aguarda?

Espero que la paz vuelva a establecerse en Siria y, si nunca nos fuera posible volver, pedimos a los gobiernos europeos que nos ayuden a construir un futuro mejor para nuestros hijos.

Mis hijos ya no van a la escuela. Mi hijo siempre ha soñado con ser médico, espero que algún día cumpla su sueño.

Aleteia