El movimiento ecuménico en el Arzobispado de Santiago de Compostela – VIII

La creación de un Centro Ecuménico en Santiago

Como indicamos en el apartado 3, se han celebrado en la ciudad de Santiago de Compostela cinco encuentros ecuménicos internacionales; es un legado que cristianos e iglesias comprometidas en el Movimiento ecuménico nos han dejado, y no podemos meterlo en el saco de los olvidos.

El más universal y de gran trascendencia por sus contenidos, referente constante para el quehacer teológico ecuménico, ha sido La Quinta Conferencia de Fe y Constitución, del Consejo Ecuménico de Iglesias (CEI), en 1993; en su Tríptico de información, que ya citamos, se decía:

“Santiago, ha sido por siglos un importante lugar de peregrinación. La Conferencia Mundial se dirige hacia ese lugar con la visión amplia del peregrinar ecuménico en fidelidad al propósito de Dios a favor de la unidad de la Iglesia y de la renovación y la salvación de la humanidad”.

Las XVIII Jornadas de Teología del Instituto Teológico Compostelano, en septiembre de 2018, de contenido específico ecuménico, se han dedicado a conmemorar el 25 aniversario de La Quinta Conferencia de Fe y Constitución celebrada en Santiago de Compostela, agosto de 1993.

La preparación y realización de estas Jornadas han sido una experiencia gratificante. Es de agradecer, para su celebración, el esfuerzo y la unión de voluntades entre el Instituto Teológico Compostelano, el Cabildo de la Catedral de Santiago, la Comisión diocesana de Ecumenismo de Santiago, el delegado diocesano de Ecumenismo de Mondoñedo-Ferrol y del señor arzobispo Don Julián.

El último día de las Jornadas, en el espacio dedicado a Comunicaciones, anunciamos la fundación de un CENTRO ECUMÉNICO en Santiago de Compostela, como proyecto asumido por las cuatro instituciones antes indicadas y la explícita querencia de Don Julián.

Este Centro intensificará:

  • La toma de conciencia de la dimensión ecuménica, intrínseca a toda vida cristiana; la conversión y renovación permanentes de la Iglesia “en peregrinación de justicia y paz”[1]; el diálogo y la cooperación con otras iglesias (anglicana, ortodoxa, luterano-evangélica, reformada); la atención especial de los Hermanos cristianos que peregrinan a Santiago.
  • La inquietud y la formación ecuménica desde el Centro; si bien esta finalidad es propia de la Comisión diocesana de Ecumenismo, y, en lo académico, del Instituto Teológico Compostelano, el Centro ampliaría el cauce y daría permanencia por medio de: Seminarios sobre Ecumenismo y Diálogo interreligioso; la organización de Congresos; una biblioteca y hemeroteca ecuménicas, complementaria con la del ITC; el uso más dinámico de la información ecuménica por internet.
  • La recepción en la Iglesia de las convergencias doctrinales alcanzadas por los diálogos ecuménicos; y motivar la Diaconía ecuménica.
  • El intercambio de profesores de Teología (anglicanos, católicos, luterano-evangélicos, ortodoxos, reformados). En esta sección, el ITC tendría un máximo protagonismo.[2]
  • La atención de los Hermanos cristianos que peregrinan a Santiago, el fomento del diálogo y la cooperación permanentes con otras iglesias.

El Centro necesita de aprobación canónica; y de un estatuto que concrete sus objetivos, las actividades y la coordinación de sus funciones. Tendrá que dotarse de un local adecuado; de modo provisional, ha iniciado su actividad en 2019 en el bajo de San Martín Pinario donde se ubica la sede de la Comisión de Ecumenismo.

* * * * *

El empeño por el restablecimiento de la unión corresponde a la Iglesia entera, afecta tanto a los fieles como a los pastores, a cada uno según su propio valor, ya en la vida cristiana diaria, ya en las investigaciones teológicas e históricas” (UR, 5).[3]

Mucho debemos insistir y hacer para que los cristianos asumamos este compromiso ecuménico como una dimensión fundamental del bautizado en Cristo y que se realice “en la vida cristiana diaria”. Sembrar o avivar la inquietud ecuménica, es un quehacer no sólo de la comisión diocesana de Ecumenismo sino de toda la pastoral diocesana.

Se han dado pasos importantes hacia la unidad visible que no se comunican debidamente, ni se reciben plenamente, ni se ponen en práctica en las vidas de las iglesias” (el Dr, Samuel Kobia, secretario del CMI, al papa Benedicto XVI).[4]

La recepción ecuménica es muy limitada en nuestras Bases. Todavía no hemos asumido los documentos de contenido ecuménico del Vaticano II, y de otros posteriores, v.gr., como los principios de obligado cumplimiento del Directorio de Ecumenismo de 1993; así mismo, que comuniquemos las Concordancias teológicas logradas en los diálogos ecuménicos y los Acuerdos alcanzados que deberíamos poner “en práctica en las vidas de las iglesias”.

Cristo Jesús nos ha hecho partícipes de su Comunidad trinitaria y su voluntad es que vivamos su don de la unidad en la Iglesia, anunciemos su Buena Noticia con credibilidad y realicemos la fraternidad universal: ¿Qué podemos hacer juntos y cómo?

Benito González Raposo

[1] Es una iniciativa de las iglesias del CMI para: «Caminar juntos en aras de una búsqueda común, renovando la vocación de la Iglesia por medio de la colaboración y la participación en las cuestiones más importantes en materia de justicia y paz, para la sanación de un mundo lleno de conflictos, injusticia y dolor».

[2] Ver Directorio sobre Ecumenismo, 83, último párrafo: “Puede ser útil invitar a conferenciantes y expertos de otras tradiciones en el contexto de la reglamentación de la colaboración entre las instituciones católicas y los centros que dependen de otros cristianos”.

[3] Decreto Unitatis Redintegratio, n. 5, del Vaticano II. Ver también la encíclica Ut unum sint de Juan Pablo II, III. Quanta est nobis via y Exhortación.

[4] Discurso del Secretario general del CMI, Dr. Samuel Kobia, ante Benedicto XVI el 16-06-2005, http://www.vatican.va

pastoralsantiago.es