El mosaico de María y el atentado a Juan Pablo II

La imagen de María Mater Ecclesiae se asoma a la plaza de
San Pedro desde el Palacio Apostólico. Ella vigila la plaza desde el 7
de diciembre de 1981, por voluntad de Juan Pablo II, cuyo emblema y
lema, Totus tuus (Todo tuyo), están esculpidos en la base del mosaico.


La historia de esta imagen está vinculada a Juan Pablo II, que
enseguida atribuyó su salvación en el atentado del 13 de mayo de 1981 a
la protección de María. También por eso retomó la idea, que un año antes
le expresó un estudiante, de colocar en la plaza, visiblemente, una imagen de la Virgen, que extrañamente faltaba.


En cuanto al tema, Juan Pablo II pidió una representación de la Virgen Mater Ecclesia, porque –dijo- “la
Madre de Dios está siempre unida a la Iglesia y siempre se ha sentido
particularmente cercana en los momentos difíciles de su historia”.


La imagen está inspirada en un antiguo fresco –una Virgen con el Niño– del siglo XV, conocido como “Virgen de la columna
pues fue realizado en una columna de la antigua basílica constantina.
En 1964, el papa Pablo VI proclamó solemnemente a María “Madre de la
Iglesia” y en 1970 la inscripción Mater Ecclesiae fue insertada en este antiguo fresco.


El mosaico –inspirado en la Virgen de la columna que venía de la
Basílica Constantina– fue realizado por los mosaiquistas del Estudio del
Mosaico Vaticano, y montado el 7 de diciembre de 1981. Al día
siguiente, fiesta de la Inmaculada, Juan Pablo II lo bendijo, expresando
el deseo de “que los que vengan a esta plaza de San Pedro eleven la
mirada hacia ella, para dirigirle saludos y oraciones, con sentimiento
de filial confianza.

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