El llamativo fenómeno del «boom» vocacional entre jóvenes provenientes del «homeschooling»

El ‘homeschooling’, es decir, la educación en casa, es relativamente frecuente en Estados Unidos.
Está  bastante aceptada y existen facilidades para esta opción. Según
el Centro Nacional de Estadísticas para la Educación, en el país hay dos
millones de niños que estudian en sus hogares. En España, por ejemplo,
su número es prácticamente testimonial.

Prestigiosas universidades como la de Harvard luchan para captar a jóvenes que ‘estudiantes en casa’ porque su nivel suele ser muy superior. 

Un vivero de vocaciones

Pero también se ha conocido ahora un elemento muy importante relacionado
con el ámbito religioso. Los datos recopilados por el Center for
Applied Research in the Apostolate CARA de la Universidad de Georgetown
para su encuesta de 2017 evidenciaron un fenómeno muy llamativo. La educación en casa es un auténtico vivero de vocaciones para la vida religiosa.

La tendencia es similar en cualquier parte del país. Los datos
revelan que los hombres jóvenes católicos que han estudiado en casa
tienen cuatro veces más probabilidades de ingresar en el seminario que
aquellos que han estudiado en colegios católicos.

Un porcentaje que va en aumento

Según los datos que recopiló Georgetown se puede extraer que el
ocho por ciento de los seminaristas que se ordenarán próximamente habían
recibido educación en el hogar una media de siete años.

Seton Magazine
portal especializado en el homeschooling de familias católicas, recoge
las declaraciones del sacerdote J.D. Jaffe, director de vocaciones de la
diócesis de Arlington, cerca de Washington. Confirma este llamativo aumento de las vocaciones de jóvenes provenientes de familias que han optado por este tipo de educación.

“Los que son educados en el hogar tienen una participación
desproporcionadamente grande en nuestros eventos de discernimiento en
comparación con los niños provenientes de las escuelas católicas y las
escuelas públicas. El mismo aumento en el número se observa en
nuestros seminaristas, donde aproximadamente el 30% de ellos provienen
de hogares que enseñan en el hogar
“, confirmó el padre Jaffe.

El ejemplo de Nikolai

Los grupos católicos en los que participan, los sacerdotes de la
parroquia y sobre todo la propia familia son elementos importantes que
ayudan a encauzar la vocación sacerdotal o religiosa de muchos jóvenes.
Pero en Estados Unidos donde el homeschooling tiene más aceptación,
también habría que sumar este elemento.

El padre Jaffe, director de vocaciones de la Diócesis de Arlington, confirma esta tendencia

Nikolai Brelinsky es seminarista en estos momentos y fue uno de los miles de jóvenes que estudio en casa.
Él mismo confirma que este tipo de educación fue uno de los elementos
de discernimiento que le llevaron a optar por la vida religiosa y que
“ciertamente brindó una atmósfera para considerar esta vida”.

Las familias católicas que educan así a sus hijos dan mucha importancia a
la fe y acaba notándose en todas las materias. Brelinsky asegura que
“en mi opinión personal, la educación en el hogar fomenta la fe
católica. Ser educado en el hogar no me hizo querer ser
sacerdote, pero me ayudó a responder a la llamada a través de la
inmersión en la fe
. La educación en el hogar va de la mano con aspectos de la fe”.

Los años de Secundaria, claves en este discernimiento

La muestra de que la educación en el hogar en familias católicas influye en discernimiento vocacional se pueden ver también en seminarios como el de Filadelfia, donde 10 de los 47 seminaristas han estudiado en casa.

La encuesta de Georgetown sobre el Apostolado indica que los años de Secundaria son claves para el discernimiento vocacional.
Pueden ser un elemento que encauce la vocación o que la apague
definitivamente. El ambiente, los amigos, la parroquia… Son cosas que
influyen.

Sin embargo, la educación en casa parece ayudar en este proceso de
discernimiento y lo distorsiona menos, lo que provocaría este llamativo
número de seminaristas. Es el caso de Brelinski, que sintió la llamada cuando tenía 16 años.

“Uno de los muchos frutos”

Draper Warren, director de uno de los programas católicos para la
educación en casa, afirma que la educación católica en el hogar es una
opción educativa positiva que ayuda a sostener a la Iglesia de muchas
maneras admirables.

“A menudo no entendemos la importancia histórica de un movimiento cuando
todavía es joven, pero en una generación miraremos hacia atrás y
veremos que la educación católica en el hogar es en parte responsable de
mantener a la Iglesia vibrante en los Estados Unidos. Las vocaciones son solo uno de los muchos frutos de la educación en el hogar“, agrega.

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