El G8 cardenalicio y el Papa preparan al menos 5 cambios grandes en la Curia: no son meros retoques

P. J. G / ReL
En un encuentro con periodistas el jueves 3 de octubre, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el jesuita Federico Lombardi, ha explicado el rumbo que están tomando las reuniones del Consejo de ocho cardenales asesores (popularmente llamado “el G8 de cardenales”) con respecto a la reforma de la Curia que el Papa les pide.

“Los purpurados han dejado claro que no se trata de hacer retoques cosméticos o pequeños ajustes de la Pastor bonus”, dijo Lombardi, refiriéndose a la normativa que aún rige la organización vaticana, la Constitución apostólica de 1988 del Papa Juan Pablo II “sobre el ministerio y organización de la curia romana”.

Eso significa que es casi seguro que Francisco promulgará otra Constitución apostólica para reformar el funcionamiento curial y eclesial.

Por lo general, los cambios administrativos en la Iglesia (como la creación de una nueva diócesis, por ejemplo) suelen hacerse mediante una Constitución apostólica, aunque en los últimos años los Papas suelen incorporar en ellas también materias doctrinales, que constituyen magisterio ordinario papal.

Cinco campos de reforma
Los purpurados han marcado algunas líneas de la reforma organizativa:
1- Subrayar la naturaleza de servicio por parte de la Curia a la Iglesia universal y local “en términos de subsidiariedad, más que de ejercicio de poder centralizado”, según Lombardi. Eso daría más relevancia a las diócesis y estructuras locales de las iglesias.
2- Redefinir la naturaleza y funciones de la Secretaría de Estado… empezando por el nombre. “Debe ser la secretaría del Papa; la palabra Estado no debe dar lugar a equívocos. Ese organismo está al servicio del Papa en su gobierno de la Iglesia universal”, explicó Lombardi. Así, se refuerza la importancia de este organismo… y del arzobispo Pietro Parolin, que lo dirigirá a partir del 15 de octubre, sustituyendo al cardenal salesiano Tarcisio Bertone, antiguo hombre de confianza del cardenal Ratzinger.
3- Revisar las relaciones entre jefes de dicasterios y el Papa, y de los organismos entre sí. El Consejo plantea la posibilidad de crear un “Moderator Curiae” (moderador de la curia), y estudia sus funciones, pero aún a nivel hipotético.
4- Sobre la administración de los bienes materiales de la Santa Sede, los cardenales no han profundizado, porque esperan informes de las comisiones que estudian el asunto.
5- Se habla de “dar mayor atención especifica a los temas relativos a los laicos”, que sean más “reconocidos” en la Curia. “Ahora hay un Pontificio Consejo para los Laicos, pero se puede pensar en potenciar esta realidad”, comentó Lombardi (refiriéndose a los laicos, no al Consejo).


Reunión en unos meses, sin perder contacto
Lombardi también explicó que, de forma informal, los cardenales barajan que su próxima reunión sea a principios de 2014, pero “no hay que pensar que entre una reunión y otra no pase nada; los cardenales y el Papa siguen intercambiando opiniones y mensajes, aunque no haya una reunión plenaria del Consejo”.

Respecto a estos días, Lombardi detalló que el Papa estuvo con los cardenales el miércoles por la tarde, de las 16 a las 19 horas. “El Santo Padre va a rezar a la capilla a las siete de la tarde; ese es el término de su participación, aunque los cardenales pueden seguir reunidos, si lo consideran oportuno. Esta mañana [de jueves] no ha estado presente porque recibía en audiencia a los participantes en el encuentro organizado por el Pontificio Consejo Justicia y Paz”.

Publicado en Religión en Libertad