Dos libros infantiles para transmitir buenos valores en Navidad: las propuestas de Hervé Alústiza

El cantautor e ilustrador Hervé Alústiza acaba de publicar dos libros infantiles en plena pandemia: el cuento navideño Y corrieron hacia Belén y la novela El vuelo del moscardrón. Inspirado en el día a día, con su familia como referencia, lo que fue un regalo para su hijo y otro para su mujer, se han convertido en libros-regalo para llegar a mucha más gente… Los camellos de los Reyes Magos traen la luz incombustible de la estrella.

En esta entrevista habla de estos cuentos navideños y de su vocación por la escritura:

-¿Qué le llevó a debutar en literatura en tiempos como estos?

-Siempre he creado canciones y he intentado contar historias a través de ellas. Pero también leo y escribo diariamente literatura infantil y juvenil. Ahora me encuentro con el privilegio de que este año los Reyes Magos me han regalado ser paje que les ayude a entrar en los hogares con Amor y con humor.

-¿Cómo surgió ese relato navideño Y corrieron hacia a Belén?

-En casa, tenemos la costumbre de hacernos un regalo no material en las fechas grandes. El 5 de enero dejamos este regalo en el zapato de la madre de mi hijo, quien tanto nos inspira e impulsa a crear. Durante toda la Navidad habíamos estado escribiendo un teatro-cuento en clave de humor al estilo de Las tres reinas Magas de Gloria Fuertes. En la historia, hay un camello que cae herido, y es increíble lo que sucede sólo con que Jesús le mire y le sonría. En estos tiempos de vulnerabilidad, todos necesitamos más que nunca esa mirada sanadora. El caso, es que hicimos dos copias: una quedó a los pies del Belén para que se la llevaran los Magos de Oriente por la noche y la otra la guardamos para representarla con unas marionetas de cartón al abrir los regalos el día 6. Habíamos recortado unos camellos, unos reyes y una estrella de cartón. Y contamos el cuento representando la historia entre onomatopeyas y versos. Fue precioso. Acabamos entonando un villancico entre guitarra y ukelele… Mi esposa, que es escritora, me animó a darle forma definitiva. Y ahí lo dejé.

-¿Y precisamente este año ve la luz el relato?

– Sí. Lo cierto es que pasó tiempo. Yo cogí el Covid fuerte, ingresé unos días y permanecí mes y medio en la cama. No tenía ganas ni fuerza para nada… Dormía, rezaba y me dejaba cuidar por mi mujer y mi hijo… Sólo recuerdo, como borrosa, la bendición del Papa, aquella “urbi et orbi” en soledad a los cuatro vientos. Por otra parte, mi hijo se estaba preparando para la Primera Comunión y a veces los oía reírse con las “catequizis” de Juan Manuel Cotelo. Los últimos días pude ya unirme a ellos y providencialmente llegué a unas especiales para los padres. En ellas animaba a pedir algo a Dios con verdadera Fe. A mí no me gusta pedir, soy más de dar gracias. Pero me lancé a pedir como un niño poder publicar alguno de mis libros escritos… Y así fue. Tengo mucho que contar, ganas de transmitir y de afianzarme en ello.

– O sea, que Dios escucha nuestras plegarias…

– Yo tengo la certeza de que nos escucha siempre. Aunque no siempre sus planes coinciden con los nuestros. La cosa es que poco antes de incorporarme a trabajar, envié el cuento a algunas editoriales. Aún me sentía muy débil. Además, trabajo cuidando sacerdotes mayores, y cuantos más fallecidos y contagiados había más ganas tenía yo de expandir vida. Mi hijo me espoleaba, sentándose a mi lado en el ordenador para buscar editoriales y no desanimarme ante respuestas negativas de empresas que estaban en total incertidumbre. El caso, es que el día que me reincorporé a trabajar ¡me contestaron de dos editoriales que les había gustado el cuento y querían publicarlo! Fue una alegría enorme…

-Enorme y muy oportuna en esta Navidad atípica. ¿Contaba con eso?

– La verdad es que no lo había imaginado. Me ilusiona enormemente llevar la cabalgata a las casas, ya que no va a salir por las calles. Las aventuras que nos narran los camellos de los Reyes Magos me adentran en el misterio de Jesús Niño. Estamos viviendo muy intensamente esta experiencia contemplando con la Sagrada Familia. Tenía especial empeño en que fuera un relato divertido, que hiciera reír a grandes y niños. ¡Necesitamos Amor y Humor de Dios! Los ejemplares libros los tengo a los pies de Jesús, bajo nuestro Belén para ofrecérselos y también como muestra de agradecimiento. Qué afortunado soy de haber podido prestarle mi pluma y de contar con la gran ilustradora Gema García Ingelmo. El día de la Inmaculada nos lanzamos a hacer una felicitación de Navidad que sirviera como booktrailer para encender esa Luz de Dios en muchos corazones.

-Pocas semanas antes había visto la luz su primer libro. ¿Ese también tiene historia?

 -Sí. Es una novela infantil: el primer ejemplar fue el regalo del octavo cumpleaños de mi hijo. Lo escribí, lo ilustré entero, mi mujer lo llevó a encuadernar, y al niño le entusiasmó que pareciera sacado de la librería.

-Una novela no se escribe e ilustra en una tarde. ¿No fue difícil mantener la sorpresa?

-La verdad es que lo escribía por la noche antes de dormir (o durmiéndome escribiendo en las notas del teléfono móvil…). Después lo volqué todo en el ordenador y durante dos meses lo fui corrigiendo y se lo pasé a mi asesora (se ríe) para que terminara de pulirlo. Al terminarlo y regalárselo, también empezamos a compartirlo con amigos. A los padres, a veces, nos cuesta encontrar lecturas que alimenten a nuestros hijos. Yo devoro literatura de esa edad y voy haciendo reseñas, para poder acertar cuando me preguntan otros padres. Pero también tengo especial empeño en poner mi grano de arena.

– ¿Y por qué un título tan sonoro como el Vuelo del MoscarDrón?

-Aquella Navidad los Reyes Magos habían regalado a nuestro hijo un minidrón. Convinimos que sólo se usaría en la calle. Nada más estrenarlo cayó en el jardín de unos vecinos que nos dijeron que apenas estaban en casa…

-¿Y os quedasteis sin él?

-Qué va, por suerte lo recuperamos. Dejé un mensaje en la puerta con mi teléfono y esa misma noche me enviaron un whatsapp para decirme que podía ir a recogerlo… Y entonces el minidrón callejero se convirtió, a la fuerza, en un dron casero. Cuando le veía hacer piruetas con él y me contaba acontecimientos del colegio, se me encendió la chispa de una historia.

 -¿Y de qué trata? (sin desvelar secretos…)

-El cuento teje ingredientes de los clásicos con giros de la actualidad contemporánea. La protagonista, Cuca, vive hazañas que ponen a prueba su valentía, sus amistades, la relación con sus padres. En casa de Cuca comienza a suceder algo extraño. Un bicho desconocido amenaza cada tarde con no dejarle hacer los deberes. Su vida comienza a complicarse cuando resulta imposible deshacerse de la presencia diaria del insecto peculiar. Menos mal que unos amigos le ayudan a resolver la incógnita.

-¿Qué temas aborda?

-En la trama surgen diversos temas actuales como el acoso escolar, el uso y abuso de la tecnología en los niños, la soledad de los pequeños a la salida del colegio, la sabiduría popular de los ancianos, la belleza de la poesía. Y, como sugiere el juego de palabras del título, cobra gran relevancia la música: aparecen entremezclados retazos de Machado, Pushkin y Serrat. Pero todos estos contenidos están tratados desde la mirada y la experiencia de un niño.

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