¡Gratitud! Gratitud por aquello que recibimos de Dios, ésa puede ser una interpretación del acto de besar la tierra de Ourense por parte de D. Leonardo Lemos al llegar ayer a la iglesia de A Corna. Y D. Leonardo ha recibido de Dios una diócesis donde poner a trabajar todos sus talentos al servicio de su vocación en su nueva misión.
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Un recorrido hacía su misión fue lo que ayer realizó desde Santiago hasta Ourense. Paradas: A Corna y el Monasterio de Oseira. Quizás en A Corna por la tradición de entrar por la primera iglesia que se encuentra viniendo desde Santiago y, Oseira, sin conocer otros motivos, bien podría responder -lo decimos con todo el cariño- a asegurarse las oraciones de la comunidad monástica que le recibieron con mucho cariño, a él y a toda su familia que, aprovechando la hospitalidad de los monjes, organizaron la comida allí antes de llegar a la ciudad.
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Pero antes D. Leonardo rezó el Ángelus y cantó la Salve junto a todos los monjes. Seguro que María ayer, recibió en el silencio de la oración, el encargo de cuidar a D. Leonardo en su misión como Obispo de Ourense.
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