Coptos, un objetivo nada casual

Tras Berlín, Londres, San Petersburgo y Estocolmo, el pasado Domingo
de Ramos el terrorismo del ISIS atacó gravemente Egipto. Concretamente,
Alejandría y Tanta; dos iglesias coptas… Dimitris Cavouras es ciudadano
de Alejandría, Networks Manager en la Fundación Anna Lindh, además de
portavoz de la Comunidad Griega de la ciudad. En el momento del ataque,
se encontraba a 400 metros de la Catedral Copta de San Marcos. Pudo oír
una fuerte explosión.


¿Por qué Egipto y por qué los coptos?


“Han atentado contra la comunidad copta, pero también contra la
sociedad egipcia”, asegura a Aleteia.org. Para él, no es casual que el
ataque tenga este objetivo tan concreto. “La comunidad copta es la mayor
minoría cristiana”, afirma y explica que en la zona, las relaciones
interconfesionales han derivado hacia una vertiente muy negativa,
también a causa de las presiones geopolíticas.


Los santuarios y lugares de adoración, sean de la religión que sean,
son un objetivo claro, y según remarca Dimitris, ésta es una realidad
desde las revoluciones de 2011. “Se trata de un punto débil, en el que
pueden hacer mucho mucho daño. En este caso, los coptos hemos pagado el
precio más alto”, reflexiona.


Más allá de la religión, y como el mismo portavoz reconoce, el
objetivo de los terroristas, además de expandir el miedo, el odio y la
muerte, es intimidar al régimen egipcio y amenazar la unidad del país.
De hecho, algunos días antes del ataque, el periodista y activista
Mustafa Sinjar detallaba en el portal del Centro por el pluralismo
religioso en Oriente Medio que “tener a los coptos como objetivo es una
medida de presión, pues tiene repercusión local e internacional para el
régimen”. Según Sinjar, el ISIS quiere dividir a los cristianos y a los
musulmanes atacando a los coptos y demostrando que “el Estado no puede
defenderlos”.


¿Qué ha motivado estos ataques en este preciso momento? “Tenemos dos
iglesias atacadas y una gran cantidad de fallecidos y heridos”, subraya
Dimitris. “No es que la situación haya empeorado, ya estaba muy
deteriorada”, advierte.


De hecho, el pasado 24 de febrero, cientos de cristianos abandonaron
la ciudad de el-Arish, a 100 kilómetros de El Cairo, tras la amenaza de
Estado Islámico. Anteriormente, siete ciudadanos habían sido asesinados y
el ISIS había publicado un vídeo confirmando a la comunidad copta como
objetivo. El 28 de febrero, el presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi,
declaró que esta amenaza era “un plan de cobardes para desequilibrar la
confianza en el gobierno, romper la unidad nacional e instigar el
conflicto”.


“Curaremos esta herida y estaremos más unidos que nunca”


48 horas después los ciudadanos egipcios están todavía fuertemente
conmocionados. “Sentimos a la vez miedo, angustia y tristeza”, asegura
Cavouras. De momento, el gobierno ha declarado tres días de duelo y tres
meses de Estado de emergencia, lo máximo que la Constitución del país
permite.


A pesar de todo, según el portavoz de la Comunidad griega en
Alejandría, “la sociedad egipcia está convencida de que superará esta
dificultad y lo hará mucho más unida”. Él mismo explica cómo muchos
amigos, tanto musulmanes como cristianos, le llamaron para saber si
estaba bien y cuenta que muchos salieron de sus casas y su trabajo para
dirigirse a los hospitales cercanos y donar sangre.


El Papa Francisco, esperanza para Egipto


Según Dimitris Cavouras, la visita del Papa Francisco no es un factor
que haya provocado el ataque. De hecho, anuncia que “hemos recibido un
mensaje del comité organizador del evento confirmando que se mantiene el
viaje tal como estaba previsto”.


En este sentido, el portavoz destaca la importancia de la visita del
Pontífice los próximos 28 y 29 de abril. Aunque admite que puede
considerarse una provocación para los terroristas, “es un gran símbolo
de esperanza y fuerza para la comunidad copta”.

Aleteia