Congreso de expertos en increencia en el Vaticano: ¡es difícil clasificar a los que no creen!

Cuatro universidades inglesas han colaborado para organizar un congreso académico sobre la increencia religiosa, y lo celebran en un lugar más que especial, el Vaticano, más
en concreto, en la Universidad Gregoriana, con motivo de los 50 años de
un encuentro similar que acogió San Pablo VI en plena guerra fría.


Los responsables de la jornada son la Universidad de Kent, con la
ayuda de las de Conventry, Queen’s y de Saint Mary, y con financiación
de la Fundación John Templeton (famosa por su bien dotado premio
Templeton para el diálogo entre ciencias y espiritualidad). La jornada
se titula “Understanding Unbelief” (“Entender la increencia”).

Es
anfitriona la Pontificia Universidad Gregoriana, que acoge a unos 40
profesores e investigadores, sobre todo de ciencias sociales. El Pontificio Consejo para la Cultura también aporta su sello anfitrión.



unbelief_estudio1_buenoUn estudio estadístico


Académicamente, la gran tarea de estas jornadas (del 28 al 30 de mayo) es intentar entender las diversas formas de vivir la increencia, con muchos grados distintos, a partir de un gran estudio mundial sobre los “no creyentes”, liderado por la Nonreligion and Secularity Research Network (https://nsrn.net) de la Universidad de Kent, estudio que la Fundación Templeton financió con 2,3 millones de libras esterlina.


El estudio entrevistó con cierta profundidad a 6.600 personas de 6 países muy distintos:


Brasil, uno de los países más religiosos del mundo, en vías de desarrollo
Estados Unidos, un país rico, con fuerte religiosidad, aunque ve crecer el número de los no creyentes
Reino Unido, un país de la vieja Europa, de tradición protestante, ya postcristiano
Dinamarca, otro país de tradición protestante, hoy postcristiano
Japón, país rico y consumista, de tradición sintoísta, donde hace medio siglo el Emperador era considerado un dios
China, dictadura comunista que persigue a la religión desde hace décadas, con obispos encarcelados y desaparecidos



unbelief_3Ocho conclusiones sobre los no creyentes


El estudio a partir de esas entrevistas en 6 países presenta 8 descubrimientos o conclusiones:


1. Hay muchas formas de ser ateo o agnóstico, muy distintas según los países y circunstancias


2. En los seis países, la mayoría de los que no creen en Dios se identifican como “sin religión”.


3. Entre estas personas “sin religión”, son minoría los que aceptarían la etiqueta “ateo” o “agnóstico”. Muchos prefieren otras etiquetas como “humanistas”, “pensadores libres”, “escépticos” o “seculares”.


4. Los ateos de Brasil y de China son los menos convencidos de que su afirmación de que Dios no existe esté en lo cierto


5. No creer en Dios no significa necesariamente no creer en otros
fenómenos sobrenaturales, aunque estadísticamente es verdad que los
ateos tienden a ser más escépticos en relación a éstos que la media de
la población


6. Entre los ateos, los que dicen que el universo, “en última instancia carece de sentido” es mayor que en el resto de la población, pero aún así están muy por debajo del 50%


7. En temas de “valores morales objetivos, dignidad humana y derechos
relacionados, además del valor profundo de la naturaleza”, las posiciones de los ateos serían similares al del resto de la población, dice el informe


8. Cuando se pregunta cuáles son los valores más importantes de la vida, tanto los creyentes como los no creyentes suelen responder “familia” y “libertad”, y en grado algo menor “compasión”, “verdad”, “naturaleza” y “ciencia”.



unbelief_lori_beamanLori Beaman es la directora de la Nonreligion and Secularity
Research Network, una red de la Universidad de Kent que estudia

la increencia; su ponencia defendía que la falta de religión no
significa que las personas vean el mundo como “desencantado”


La etiqueta no siempre describe bien lo que se cree o no


El estudio demuestra que la etiqueta exacta con la que se define un “no creyente” no siempre describe bien sus convicciones.


Por ejemplo, entre los brasileños que declaran “no sé si Dios existe”:


– un 27% se autoconsidera agnóstico
– un 8% de autodeclara ateo
– un 16% se declara “no religioso”
– un 13% prefiere declararse “espiritual pero no religioso”
– un 9% se declara “racionalista”
– un 8% se declara “escéptico”


Entre los chinos que declaran “no sé si Dios existe”:


– un 20% se declaran ateos
– un 18% se declaran “racionalistas”


Revisando a los chinos que afirman, con firmeza, “Dios no existe”, encontramos:


– un 22% se declaran racionalistas
– un 21% se declaran ateos
– un 19% se declaran “librepensadores”


Hay también preguntas sobre si la ciencia es “el mejor modelo para
alcanzar el conocimiento”… sin especificar la diferencia entre el
conocimiento científico y otros conocimientos.


Temas como el debate entre el ateísmo humanista frente al nihilista (¿por qué ser un ateo humanista y virtuoso si es más cómodo ser un ateo nihilista o hedonista?)
no entran en el estudio, aunque sus promotores insisten en que los no
creyentes tienen, estadísticamente, valores muy parecidos a los
creyentes de su país.


Un precedente en el Vaticano hace 50 años


“Este evento no se celebraría en el Vaticano si no fuera por una
efeméride: se trata del 50 aniversario de una conferencia semejante
realizada en el Vaticano”, afirmó a BBC News Brasil el antropólogo
Jonathan Lanman, director del Instituto de Cognición y Cultura y
profesor de Universidad Queen’s Belfast, uno de los organizadores del
evento. “La conferencia de 1969, la primera sobre el tema, se produjo como consecuencia de la apertura provocada por el Concilio Vaticano“. Pablo VI incluso creó un secretariado específico para el diálogo con los no creyentes.


Sobre la conferencia de 1969 escribió un libro el sociólogo Rocco Caporale (1927-2008), titulado “The Culture of Unbelief: Studies and Proceedings From the First International Symposium on Belief Held at Rome“.
Según el sociólogo, para los participantes del simposio de 1969, la
investigación sobre “el creer y el no creer es una completa tierra
incógnita”.


Que un tercio del planeta se hallara bajo la férrea censura
antireligiosa y antilibertades de los regímenes comunistas no ayudaría
mucho
a la investigación.

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