Boletín Nº 94

«EL sacerdote no puede pensarse de modo individualista, sino como miembro del presbiterio diocesano»

https://www.dropbox.com/s/0in45405bfgqda5/Presbiterio_94.pdf?dl=0«En la Iglesia, los que ejercemos el ministerio ordenado, sabemos que nuestra vocación es el servicio y que no somos propietarios de las parroquias, ni de los bienes patrimoniales e histórico-artísticos de las mismas. Aunque la gran mayoría de nuestros sacerdotes son hombres de Dios, generosos, entregados y disponibles, lamentablemente, en algunas ocasiones, observamos una débil vivencia de la comunión eclesial en algunos presbíteros, que, al recibir un encargo pastoral, lo asumen como un destino vitalicio. […] Cuando nos encontramos con la madurez, la lealtad y el verdadero espíritu de servicio en los sacerdotes, cualquier cambio de destino o traslado, aunque suponga contratiempos y dolores, se realiza pacíficamente y la comunión eclesial no sufre ningún quebranto, porque se hace en virtud de esa obediencia apostólica con la que la caridad pastoral busca el bien de la comunidad. Al final, es una puesta en práctica, en las diferentes etapas de la vida, de aquella disponibilidad con la que el presbítero se ha puesto al servicio del Señor, para ser enviado a cuidar su rebaño. Pues el sacerdote no puede pensarse de modo individualista, sino como miembro del Presbiterio diocesano, presidido por su Obispo, que tiene encomendado el cuidado de todo el Pueblo de Dios en un lugar, en una Diócesis. Sólo en este envío y en esta colaboración se comprende bien el propio ministerio; mientras que olvidarlo o negarlo es fácilmente motivo de escándalo para los fieles o distorsiona su percepción de la fe y de la vida eclesial». (OBISPOS DE LA PROVINCIA ECLESIÁSTICA DE SANTIAGO, de la Carta Pastoral Sobre algunos aspectos actuales de la vida de comunión en nuestras Iglesias particulares, Septiembre -2017).

Boletín de la Delegación para el clero
del Arzobispado de Santiago de Compostela

Septiembre 2017– 

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